Capítulo I

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Año 2597

    Abrí mis ojos saliendo de aquel maravilloso mundo. MI MUNDO. Con mi... ¿cómo era?...príncipe azul, eso. Aquellas viejas historias de la abuela, en las que había edificios, puentes, y todo eso.
Ahora tan solo bastaba con concentrarse y hacer algo tan inferior. Los niños de dos años se divierten con eso.
Sin embargo, mi duda siempre fue: ¿por qué azul? ¿Acaso a la gente no le gustaba de otro color? ¿O solamente los había de ese color?. Pero solo me respondía: "sinceramente, yo tampoco lo sé, es una expresión milenaria, de hace mucho tiempo". Ni siquiera la abuela sabía a fondo el porqué de sus antiquísimas historias.
Dejé de pensar en ello a penas recordé lo dura que es la realidad. El simple hecho de que pudiéramos hacer todo con la mente, no facilita todo. Todo el mundo puede entrar a la tuya como si fuese tu... esa cosa que usaban para comunicarse anteriormente...los anillos de comunicación. Y como si fuera poco, pueden hablarte y criticarte sobre tus pensamientos.

Por eso me fui.

Tuve que venir para poder escapar de todo. De la realidad, de mi destrozada familia, de todo.
Sobre todo de mi misma.
Estaba harta de ser como era. Así que decidí irme, sola, a un lugar que estuviera completamente...

SOLO.

Para poder hacer algo con mi vida y sobre todo para que el mundo fuera un mejor lugar para ella. ELLA. Esa pequeña. Esa niña que me daba fuerzas para poder seguir aquí y no irme consiente de mis acciones. La única por la que se merecía seguir viviendo y estar haciendo algo.
El silencio de la helada Alaska era lo mejor para pensar, a pesar de que siempre detesté el frío.
Pero no era suficiente. Demasiados problemas y todavía no podíamos controlar las moléculas del ambiente para poder cambiarlo.
PERO NADA.
Las opciones se acababan al igual que el aire y el espacio.
Los mares se nos venían encima.
Los polos se agrandaban.
El oxígeno escaseaba.
Y todo por su culpa.
Por culpa de los oxidados y su nuevo "bio petróleo" el mundo, o lo que queda de él, es tal como lo veo ahora.
Una bola de aguas negras que amenaza con tragarse el pedazo de tierra en el que habitas.
Y yo aquí tratando de frenar estas catástrofes que mi familia ocasionó siglos atrás. Cuatro siglos para ser exactos. Y nadie había conseguido nada.
"Tiene un nuevo mensaje". Aquella frase con voz mecánica se oyó en mi mente.
Me giré volteando los ojos mientras miraba fijo a la pared, proyectando así el video a través de mis pupilas.
"Hola, Tania- saludó mi pequeña hermana, Jas-cómo estás? Te extrañamos- A lo lejos se oyó "sólo tú la extrañas, deja de mentir, mocosa" y lancé chispas por lo último- Es cierto. Te extraño. Dime que volverás pronto. Por favor"- Dijo mi hermanita, mientras comenzaba a llorar, por lo que mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, la imagen se fue distorsionando por mis ojos húmedos
-¡¡NO, JAS!!- Grité, pero el mensaje se había desvanecido.
Me eché a llorar tapando mi cara con mis manos.
"Si no haces algo ella morirá". Me dijo mi subconsciente. Me senté bien y comencé a tratar de separar y unir moléculas para ver si podría lograr algo. Pero no.
Maldije para mis adentros a mi familia. A mis antepasados. A todos menos a ella. Mi pequeña esperanza. La luz de mis días, helados y largos.
-Dos átomos de nitrógeno, uno de Amón, dos de calcio, y un poco de carbono.
Pero nada. Estúpidas moléculas. Porqué no se mezclan para formar un destructor de biomasa, regenerador de tierra y limpiador de agua.
Estúpidos componentes. Estúpidos ancestros descerebrados. Todo por sus patéticas ideas futuristas. ¿No podían quedarse tranquilos en su época?¿Por qué no mejor estudiaban a los dinosaurios?. Pero noo, Tenían que creerse inteligentes, y gracias a su incompetencia todos estamos en amenaza de muerte.
En especial Jaz.
Sacudí mi cabeza y volví a concentrarme. Seguí combinando moléculas, pero nada, solo cosas inservibles.
"Mensaje nuevo", sonó en mi cabeza.
-Jaz- dije.
Mire directamente hacia la pared, proyectando el mensaje. Pero me desilusioné. Era Jack.
-Hola, Tania. ¿Cómo vas con tus moléculas?. Oye, cuando vuelvas, tal vez podríamos...
Y lo corté. Estúpido. Cree que tengo tiempo para salir con alguien. ¡Trato de salvar a mi hermana, no conseguir un novio!. A veces siento que hay gente que les falta un poco de cerebro.
Uff. Ya llevaba medio scriz trabajando. Me recosté y cerré mis ojos. Le envié un mensaje de voz a Jaz.
-Jaz, ve a nuestro lugar feliz.
Cerré mis ojos nuevamente, me dejé llevar y me encontré con esa personita esencial para mi vida.
Salí corriendo a su encuentro y cuando estuve por abrazarla, me había olvidado de que estaba imaginándola.
Cuando la abrasé, se desvaneció en el aire.
-¡NOOO!- grité echándome a llorar, mirando las palmas de mis manos como si ellas tuviesen la culpa.
Me hice un ovillo, salí de mis pensamientos. Hace más de un año que no la veía.
Pero si ella viniese, sería peor. Aún no puede controlar la temperatura de su cuerpo y del ambiente.
Solo lo avanzaría.
Mejor que se quede en casa. Será lo mejor para ella.
Seguí tratando de lograr algo, pero los resultados eran siempre los mismos: MAL.
Es como si las moléculas me odiaran, ¡ÚNANSE DE UNA BUENA VEZ!
La razón por la cual estoy haciendo todo esto es por mi hermana. Ella no es igual a todos, y no lo digo por el simple hecho de que es mi hermana y que, supuestamente y aunque no lo fuese, debe ser especial para mí. Todos piensan en sí mismos, en que ellos deben estar a salvo, mientras mi pellejo este lejos de peligro, no tengo ninguna otra preocupación. Jaz y yo somos diferentes. Yo trato de salvar a todos, o más bien al mundo, pero de una manera... obligada, por los errores que cometió mi familia en el pasado. Tal vez ellos hayan tenido las mismas intensiones, solo que les salió mal. Pero Jaz... ella no lo hace de una manera obligada, si no que lo hace como algo natural. Como si fuese inmune a todo el egoísmo, crueldad y avaricia que la rodea. Ella actúa de manera gentil, amable, como si tratara de mejorar la manera atroz en la que la tratan con palabras dulces y una tierna mirada llena de sinceridad.
Pero a las mejores personas les pasa lo peor.
Ella tiene una enfermedad, y gracias a ello, sus días contados.
Cuando yo era pequeña, habían desarrollado una píldora la cual te hacía prácticamente inmune al tomar agua contaminada, al respirar el humo sin una partícula de oxígeno y a poder ingerir cualquier tipo de alimentos, desde leche cortada hasta moho negro descascarado de paredes de viejas viviendas. Pero luego de un tiempo, descubrieron que este tipo de píldora podía tener ciertos efectos secundarios sobre muy pocas personas. Entre ellas yo. Por eso logro separar moléculas. Este tipo de "efecto secundario" resultó altamente progresivo para mí, ya que me permitió y me permite utilizar casi todo mi cerebro. Pero Jaz nació mucho más tarde de esta época, cuando estas píldoras ya estaban prohibidas ya que un gran número había muerto por culpa de estos efectos. Y estoy muy agradecida de que ese no haya sido mi caso. Jaz es completamente indefensa, y como si fuera poco, mi familia no la ayuda a buscar alimentos en buen estado, o agua limpia, así que cada día su salud se deteriora cada vez más. He estado investigando desde que me enteré de eso y logré averiguar que si mi hermanita consume durante ocho meses seguidos alimentos, bebidas o respirase aire contaminado durante esos ocho meses ella morirá.  

Hola hola hola, esta es mi historia y me gustaría que la lean. Si les gusta, bien, y si no, bueno cada uno tiene su opinión. Si les parece aburrida me gustaría que pongan sugerencias en los comentarios o por mensaje, donde más les guste. Es la primera vez que escribo y no se, tal vez podrían... ayudarme?? Si tienen ganas. Denle a la estrellita si les gusto, gracias :D 

pato_naranja




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⏰ Last updated: Jan 03, 2016 ⏰

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