Capítulo 15

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He sufrido de insomnio, la ansiedad y la depresión me producían eso porque casi todas las noches me la pasaba llorando y luego no podía dormir. Tenía tiempo que no me sucedía y vaya que daba gracias por ello pero ahora volvía a tenerlo pero con mucha razón, estaba nervioso y asustado... ¡Había denunciado a H.I! Había hecho lo más estúpido que pude haber hecho y aunque pedí que mi denuncia fuese anónima, él sabría que fui yo y me mandaría a matar ¡Estoy muerto! Cavé mi propia tumba. Ji Ho tenía razón, me volví loco, yo no soy ningún justiciero y las cosas no son como en las películas o series, ésta es la vida real y es una maldita que te patea hasta dejarte en el suelo. Muchas veces me ha pasado y no termino de escarmentar... ¿Pero debía dejar pasar lo que le hizo a Song Mi? Por supuesto que no, esa fue la gota que derramó el vaso, no puedo permitir que se siga saliendo con la suya después de golpear a una mujer. Es un maldito cobarde.

Por la mañana me levanté exhausto después de no haber podido pegar un ojo en la noche pero aunque quería seguir en la cama, la luz que entra a mi cuarto no me iba a dejar y justo ese día amaneció soleado y despejado. Creo que pondré cortinas negras en mi ventana. Bajé a desayunar y ya mis padres iban saliendo para hacer unas diligencias en el supermercado para llenar la nevera y las despensas. Yo seguía con el nerviosismo que se reflejaba en mi estomago por lo que la comida no me cayó del todo bien y en cuanto mi celular sonó, salté de la silla. No esperaba que llamaran tan rápido, era de la comisaria diciendo que ya habían buscado a H.I y yo debía ir para dar mi denuncia de todo lo que hizo, tenía que hacerlo si quería que lo encerraran así que me vestí rápidamente y salí sin necesidad de tener que darles explicaciones a mis padres de que iría con la policía a meter preso a mi matón personal. Quizás sería loco ir solo pero no molestaría a esas horas de la mañana a Ji Ho, mi único amigo cercano y de todas formas él cree que esto es una pésima idea así que no serviría de nada que me acompañara si no me apoya.

-Buenos días – saludé a los oficiales al llegar a la comisaría y después de explicarles quien era yo, me llevaron a una oficina – ¿A quien denuncio no sabrá que fui yo, verdad? – pregunté al detective que tomó mi caso.

-Si pediste que fuera anónima, así será. Ahora cuéntame las razones de tu denuncia.

Le conté al detective que me atendía desde el hackeo de mi blog, los rumores falsos que creó de mí, la golpiza que casi me mata hasta su agresión a Song Mi y él anotaba cada cosa que decía en lo que supuse sería un expediente. Me dijo que ya H.I se encontraba en la comisaría pero en una sala diferente y que ahora que tenían mi denuncia debían tomar las declaraciones de él. Era cien por ciento seguro que cuando le mencionaran los motivos de su detención sabría que fui yo y correría demasiado peligro.

-Disculpe detective ¿Cuántos años estará preso por esos cargos?

-Bueno, entre los falsos rumores, la agresión a la chica que no pasó de un golpe, más la agresión a tu persona, sólo estaría detenido unos pocos meses.

-¿Acaso me escuchó cuando le dije que la chica estaba embarazada y que casi me mata? ¿Quiere que le traiga las pruebas de todas mis lesiones, de la nariz y la pierna que me fracturaron y de mi hígado perforado?

-Por eso estará sólo unos meses, si la golpiza que te dio hubiese resultado en lesiones superficiales, estaría unos días detenido pero al haber sido mayor, unos cinco meses como mínimo más una penalidad extra que decidiría el juez.

-¡Casi me mata!

-Pero no hizo ningún daño irreparable, si hubieras perdido algún miembro o te hubiese lesionado de por vida, sí ya estaría unos años presos.

-¿Entonces sólo estará cinco meses?

-Probablemente, depende de lo que diga el juez.

Cinco meses serían como hasta finales de junio, está acabando enero y aún falta pero como últimamente los días pasan tan rápido ese mes llegará volando y cuando H.I salga me arrancará la cabeza, si es que ya no muero antes en mano de sus amigotes. De nuevo volvía a ver la mala idea de hacer esto y si retiraba los cargos igualmente me iría mal por la humillación que le hice pasar a H.I al ser detenido y no me lo perdonaría. Ya no había marcha atrás, me puse la soga al cuello y con ella continuaría hasta que el nudo apretara lo suficiente para dejarme sin aire.

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