Hoy me dispuse a viajar de noche...
Tomé mi maleta, un par de camisas, mi celular y un pan a medio comer. Al salir crucé la sala, dejando atrás el recuerdo se su sombra sobre el sofá.
Cerré la puerta y me fui, no miré hacia atrás... Solo seguí, dando pasos en el frío de la noche sin divisar un rumbo.
Después de un rato de pasos desconsolados, llegué a una desconocida parada de autobús; miré mis bolsillos y conté monedas... Tenia lo suficiente para un viaje de ida y vuelta. Con los ojos cerrados me senté en aquella banca de metal, el frío atravesó mis ropa y me hizo tiritar.
En silencio un par de lágrimas bajaron hasta mi barbilla, dibujando una fina linea que brillaba con el parpadear del viejo poste de luz. Suspiré dejando escapar mis penas y sentimientos vacíos, mientras limpiaba mi rostro con la manga de mi chaqueta.
A mi lado se sentó un hombre, su rostro sonrosado reflejaba su ebriedad. En el delirio de su estado intentó animarme, soltando palabras vacías y uno que otro alago. Me quedé en silencio observándole; tenía unos rasgos finos, unos ojos color carmesí deslumbrantes, la sombra de su cara se asomaba enmarcado sus finos labios, y traía puesto un traje a la medida con su corbata a medio poner; un típico asalariado,pensé.
Su mirada fija en mí me saco de mis pensamientos, quedamos mirándonos fijamente como si de una competencia se tratara. A mi espalda pude oír el ruido de un motor acercarse, avisando me la llegada del tan esperado bus; me puse de pie y con una señal le hice el pare, mientras volteaba mi vista hacia el hombre que aún me seguía con la mirada; sin pensarlo le invité a seguirme... Un par de palabras y él ya estaba sentado junto a mi.
Pocas palabras fueron dichas en el trayecto, aun así nuestras vistas se enlazaron un sin fin de veces.
Miré hacia la ventana pudiendo divisar un hilo de agua, una sarcástica sonrisa se dibujo en mi rostro al percatarme que me dirigía al mar. Irónicamente, el mar me traía recuerdos dolorosos... A mí llegó la imagen de sus estilizados dedos... Sus delgadas cejas... La cicatriz de su cintura... Sus amargas palabras...Un escalofrío paso por todo mi cuerpo al sentir como la mano de mi acompañante se deslizaba por mi espalda hasta llegar a mi cadera, volteé bruscamente mi rostro hasta toparme con su cálida sonrisa, sacándome de mis vagos pensamientos. Las palabras que pronunció al tener mi total atención, llegaron a mí como esquirlas de vidrio en mis ojos y pecho, como un detonante me condenaron sus dulces palabras y rompí en llanto.
Al bajar del bus un olor cristalino y salado inundo mi nariz haciéndome consciente del lugar. Volteé mi vista hacia él percatándose de su sobriedad, solté una pequeña broma que le hizo reír y me dirigí lentamente hacia el mar sin mirarle.
Me deshice de las prendas como si de cadenas se tratara, al enterrar mis dedos en la arena pude sentir como mis penas me abandonaban.... Me quedé en silencio por varios minutos mientras sentía como un vacío inexplicable llenaba mi interior.
Al poco tiempo pude sentirle cerca a mi espalda, su piel hizo contacto con la mía lentamente haciéndome estremecer, sus largos dedos empezaron a recorrer mi cuerpo apoderándose de mí y me de llevar...
Poco a poco me fui fundiendo en el placer que su cuerpo me ofrecía; mientras mi mente divagaba en el pasado... "la boca que se inundo en su esencia... Los ojos que sólo lo observaron a él... El cuerpo que sólo le perteneció a él..." Ahora se estremecía en las manos de otro hombre... Una lágrima brotó de mí, pero sin dejarle bajar; con tiernas caricias sus labios la deshicieron... Así cómo el suspiro de mi últimos sentimientos.
Dejé de pensarle... Decidí no torturarme más con su recuerdo, y disfrutar del momento que la vida me brindaba. Y así, fundiendo nuestros cuerpos; dejé ha aquel hombre tomar control de mi cuerpo entero...
Un rayo de luz trajo con sigo la madrugada, desperté entre sus brazos... Él aún dormía plácidamente.
Me alejé del calor de su cuerpo y lentamente me acerqué más a la playa, observando el amanecer. Al poco tiempo él se sentó a mi lado y me arropó con su chaqueta; su gesto me hizo sonreír, sonrojando mis mejillas... Le miré fijo mientras deslizaba mis dedos entre mis cabellos, acomodándolo detrás de la oreja, sus ojos se clavaron en los míos y en su rostro se dibujo una sonrisa, un poco nervioso me dí paso al futuro... Una simple pregunta que abarcaría un nuevo mundo....
M-me llamo Migue... ¿Y Tú...?
Fin.
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Viaje Nocturno (YAOI)
RomanceCaminé... Mientras el frío de la noche quemaba mis mejillas. Rondé sin rumbo fijo las calles de la ciudad y finalmente me tope con él... Un oneshot sobre un amorío nocturno, un desliz de pasión y un dolor profundo por un antiguo amor.