¿Una margarita?

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|Capitulo 2|

Una casa realmente inmensa, un jardín extremadamente grande. Todo, absolutamente todo ambientado para la mejor noche de nuestras vidas. Shaw un ex compañero de la preparatoria de Canadá. El fue al primero que vimos cuando ingresamos por la puerta principal
- ¿Gwen? -lo mire - ¿Gwen Rosemberg?
- La misma Shaw -le sonreí y me abrazo, solíamos ser amigos - ellas son... ¿te acuerdas de ellas?
- Claro, claro... pasen chicas y diviértanse -me guiño un ojo e inmediatamente lo ignore

Shaw no era desagradable, es mas tenia aspectos que eran de señalar, por ejemplo ... su cabello dorado siempre peinado hacia atrás como melena, sus ojos esmeralda contorneados con unas largas pestañas y la forma de vestir, son algunas cosas que recuerdo que me hicieron sentir atraída como para besarlo en primer año.
Ahora solo era un amigo, SOLO un amigo.

- ¡Vamos! - me llamó Amber

Desde que tengo memoria, cuando salíamos de noche teníamos un circuito. Barra, hacer amistades, pista, conseguir un "excelente bailarín", divertirse y encontrarnos en la puerta principal cinco minutos antes de la hora acordada.

Caminamos decididas a la barra. Cinco sillas de patas altas al lado ¡perfectas! Nos colocamos cada una en una y ordenamos. Martinis, margaritas o simplemente vodka eran los primeros tragos ¿Por qué? Porque eran los que hacían volar y no ser coherente.

- A las siete en punto, de camisa de jean -dijo por lo bajo Ariana

Gire sobre mi hombro y me encontré con un chico, sentado en un de los apoyabrazos del sillón con una cerveza en la mano. Feo no era pero no era mi expectativa para esta noche.

- ¡Me saque la lotería! -dijo Stacie - a mi espalda seis

Con disimulo voltee con la margarita en la mano, crucé mi pierna sobre la otra. Los vi un pequeño circulo de seis chicos, universitarios diría yo. Mi atención se enfoco en él, un chico esbelto, rulos a montón, ojos plateados y sonrisa de comercial. Sus zapatos, jeans ajustados y una camisa de vestir casual azul marino. Volví a sus ojos y sorprendí al verlo estudiándome de la misma forma que lo había hecho yo hace instantes.

- Creo que Gwen encontró su "bailarín" - dijo Stacie entre risas - y yo encontré el mío ¡Ula la la! - el chico que se sentó a su lado la miro con una calida sonrisa

- Voy a probar algo - dije sacando a flote mis armas de seducción, Amber mi miro atenta

Me gire dándole la espalda al chico, pedí otra margarita y cuando ya su mirada me quemaba sobre la espalda voltee mi cabeza de lado y mantuve su mirada fija junto con la mía, sonreí leve y me entretuve con mi trago. Cinco minutos después me baje de la silla y camine hasta los baños. Su mirada me siguió hasta que desaparecí.

Entre y frente al espejo me retoque la pintura de los labios y me di una ultima mirada antes de salir por donde entre. Camine decidida a la barra otra vez, sentí una mano en mi vientre que me detuvo en seco. Su respiración choco contra mi nuca y mi cuello provocando que mi cuerpo se estremeciera por completo.

- ¿Me permites invitarte un trago? - susurro lento y grave, sus voz era realmente varonil
- Te parece mejor ¿bailar? -me voltee, tome su mano y lo incité a seguirme camino a la pista

Me pegué cara a cara con él, me acerque demasiado a su rostro y me desvié para susurrarle al oído

- ¿Eres buen bailarín? -pregunte
- Ni te imaginas - me tomo de la cintura y con fuerza me apego a él, un jadeo escapo de mi boca ante la sorpresa de su agarre

La verdad que ni me lo había imaginado, era un bailarín de primera. Su cuerpo acoplado con el mío y moviéndose a perfecta sincronía con la música ensordecedora. Su olor varonil se impregnó en mi, estábamos algo sudorosos estar pegados moviéndonos en un lugar cerrado lleno de gente era de esperarse, y aun asi su aroma seguí siendo exquisito. Me separe de el en busca de espacio y aire, estaba asfixiándome tan pegada a él. En el momento que me aleje me dio vuelta

- ¿Un respiro? - susurro contra mi oído, solo pude asentir - ¿Una margarita? -volví asentir

Me giro otra vez y quedamos cara a cara "no se puede evitar lo inevitable" me atrajo a el y con una mano en mi cuello me llevo hacia sus labios como sino supiera llegar o como si no deseara llegar. Mordía mi labio inferior jugando, su lengua acaricio mis labios pidiendo permiso para acceder a mí y es algo que no le negué. Su mano viajo a mi espalda a juntarse con la otra en mi cintura, yo subí mis brazos a su cuello y mi manos se entrelazaron en su cabellos profundizando mas el beso y sobre todo hacerlo interminable. Eso deseaba, que nunca terminara. Besa perfecto, sus labios suaves dulces y cuidadosos, su lengua extrovertida y revoltosa. ¡Wow! Hacia tiempo no recibía un beso asi.

Changed my life ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora