Creo que aqui puedo controlarlo mejor.

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|Capitulo 19|

Siete meses. Treinta y cuatro semanas. Día soleado y a la vez fresco gracias a la brisa que se escabulle entre las aberturas de la casa. Había llegado del trabajo hace unos minutos. No deje de trabajar solo que mis horas de trabajo se acortaron, ya no eran ocho sino cuatro o cinco. Sydney también había recortado sus horas a ocho horas diarias con permisos para retirarse si ocurriese alguna emergencia. Ya se que aun faltan dos meses pero ambas madres nos han hecho tomar conciencia de que debemos llevar un embarazo tranquilo y sano además de que Sydney nació con un poco mas de un mes de ser prematuro asi que decidimos prevenir.

En albornoz me dirigí a la cocina, atravesé la sala y me detuve frente al majestuoso refrigerador. La puerta mas pequeña fue la que abrí, saque un bote blanco y una cuchara me dirigí al jardín donde en una silla me senté a disfrutar del helado. Sola con la brisa agitando los mechones de mi cabello que se escaparon del agarre, dos sabores crema y dulce de leche, mis favoritos. De fondo se oía el concierto de mis queridos vecinos, el matrimonio Brandi. Una excelente y apasionada ama de casa junto a un Sargento de la Milicia de Fuerzas Especiales, cuando llegue aquí y no conocía a nadie solía visitarlos a menudo y Alexander Brandi me contaba historias que eran experiencias de su pasado que me dejaban fascinada. Cuando mi bebe crezca de seguro lo llevare con los Brandi para que conozca toda esas historias. El concierto solo era instrumental y era de lo más relajante.
Oí el ruido de la puerta y supuse que era hora de que Sydney volviera. Sydney no se había mudado del todo a mi casa varias veces yo tenia mi espacio. Él de vez en cuando más que todo los fines de semana volvía a su casa dándonos espacio a ambos. En esos días yo solía visitar a mi familia o mis amigas, nunca me encontraba sola.
"Llegue" dijo y le indique que estaba en el jardín.
- ¿Todo esta bien? - excelente se sentó enfrentado a mi. No acostumbrábamos a saludarnos demasiado solo eran saludos verbales "Hola" "Adiós"
- Excelente, hoy no ha estado tan inquieto - palmee con delicadeza mi vientre y luego brinde varios círculos con mis manos sobre el mismo
- Es un niño muy travieso no puedo esperar a que salga de ahí y haga travesuras en la sala o en la cocina - sonrió como si se imaginara la escena, yo me la imagine y a mi en ella volviéndome loca persiguiéndolo de lado a lado
- Creo que aquí puedo controlarlo mejor
- Siete meses, solo queda dos no te acostumbres
- No lo hago Sydney - seguí comiendo helado y le convide a él también
- ¿No crees que es tiempo de ir equipándonos para su llegada? - Sydney quien me había quitado el pote de las manos me observaba esperando una respuesta
- Creo que si, es mejor estar preparados ¿Hoy? ¿ Ahora? - asintió - esta bien iré a cambiarme

Entre a la casa fui directo a mi habitación y busque que ponerme. Me probé unos jeans y no había caso, no me entraban. Me probé otros y tuve el mismo inconveniente. Opte por unos finos pantalones de algodón angostos de piernas y una remera negra lisa cuello ancho.
- ¡Estoy obesa! - exclame- nada me sirve ¡nada!
- No digas eso, estas bien
- ¿Bien? - no Sydney no es un buen momento para contradecirme. Si, mi desorden alimenticio también daba paso a mi desorden emocional, mis ataques de enojo de insuficiencia eran últimamente frecuentes
- Sos una mama sexy ¿si? - me calmo y beso mi aureola

Ya en el gran "super market" de la ciudad nos dirigimos al pasillo B E B E S. Ahí encontraríamos absolutamente todo. Y asi fue. Un cochecito bastante grande creo que lo usaría hasta los cinco o seis años, combinado con negro celeste y verde manzana, hermoso y lo eligió Sydney. Compramos baberos con diversas estampas, ropita básica para sus primeras semanas y cosas que el medico nos había indicado como indispensables para su llegada. La cuna la compramos en una tienda de muebles de madera en el centro de la ciudad, madera de algarrobo y sus sabanas y acolchados a juego con el cochecito.

Changed my life ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora