Las pocas luces que había alumbraban el cuadrilátero y los gritos de los espectadores invadían la estancia.
En un extremo se encontraba mi hermano, Tobbyas. En el otro se encontraba Martillo, uno de los mejores luchadores en las peleas clandestinas.
Yo estaba sentada en una de las banquetas, en la oscuridad de la barra, observando todo de mi alrededor.
Estaba el rin, con sus dos luchadores, Tobbyas como siempre tranquilo y seguro de si mismo. A veces pienso que debería dejar esto, todo esto realmente nos destruye como personas y estamos en constante peligro que a ese peligro se le suman las amenazas continúas de los espectadores, ya que las apuestas no siempre afortunan a todos los que asisten.
A Tobbyas no le preocupa eso, realmente le preocupa nuestro bienestar y nuestro futuro asegurado.
Él siempre a estado ahí para mí y yo siempre he estado ahí para él. Simple.
Nuestros padres fueron brutalmente asesinados por unos gilipollas mafiosos.Eramos una familia de anuncio, papá con su trabajo en las oficinas Gruch. Mamá con su pequeño despacho de telecomunicadora y a la vez atendiendo nuestras necesidades. Tobbyas y yo, dos niños con pelo negro y ojos oscuros jugando por las estancias de la casa, discutiendo a veces por tonterías, como todos los hermanos.
Y me pregunto yo, ¿por qué unos mafiosos fueron a por una familia tan de anuncio?
Simple.
Muy simple.
Las oficinas Gruch cerraron.
Mamá entró en depresión porque no nos llegaba para todos los gastos y desatendió su puesto de trabajo.
Y entonces...
Se metieron en el mundillo de traficantes y ahí es donde deriva todo esto, sus muertes.
¿Cómo fueron?
Rápidas y eficaces.
Ellos les hacían competencia a los mafiosos, que eran de origen ruso.
Y acabaron con los estorbos, matándolos.
¿Qué por qué estamos vivos Tobbyas y yo?
Porque eramos unos pequeños e insignificantes niños que no se "enteraron" de nada. Mentira. Me acuerdo a la perfección de cómo pasó todo, cada detalle.
Me acuerdo hasta de que mi madre llevaba una pinza de color plata que aún conservo.
Y también del ruido de los disparos atravesando el cristal y cayendo al suelo mientras me escondía con Tobbyas bajo la mesa.
Por eso mismo, como eramos unos niños de 10 y 8 años, nos dejaron vivir. Porque después del tiroteo, se aseguraron de que ya no respiraban.
Y fue un graaaan error, no para ellos, si no para nosotros, ya que estamos viviendo de recuerdos...
-10 segundos para que ese idiota de Tobbyas muerda el polvo y caiga. -Dijo una voz grave que provenía de mi lado.
Miré hacia dónde la voz había sonado hace unos segundos y me dí cuenta de quién había sido el del comentario.
Contray Wicht.
Maldito miserable.
Percibió que le estaba mirando con el ceño fruncido y abrió sus labios, seguramente para decirme alguna estupidez.
¿Qué te sucede, Eriel? -Sonrió y mojó sus labios con un poco de cerveza que contenía su vaso.
Contray Wicht... este personaje a estado detrás de mí, acosandome día a día para que yo, por así decirlo, me metiera en su cama con él.
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CULEBRA
Rastgele-Nunca, nunca más me vuelvas a mirar a los ojos. -Dijo, mientras me mantenía agarrada por las muñecas, por encima de mi cabeza. -Nunca. -Volvió a repetir mientras su aliento golpeaba contra mí rostro. -¿Alguna vez te dijeron "te acabas de meter en l...