capítulo quince

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-¡Miierda! -exclamó lali cuando un pack de latas de coca-cola Light se estrelló contra el suelo- ¡miierda! -dijo mientras dejaba las bolsas en el suelo y se disponía a recogerlas.
Una de las latas se había abierto y comenzó a salpicarla, enfadada la esquivó el chorro volviendo la lata y se secó la cara. Y justo en ese momento un chorro más grueso le empapó la camiseta blanca.
-¡A la miierda! -gritó y estampó las latas en el suelo. Su respiración se había agitado, estaba enfadada con las latas, y quería pisarlas, no debía de haberlas estrellado más, pero en ese momento no le importaría saltar sobre ellas.
-Vaya... -susurró la voz sensual de su vecino desde atrás- ¿estás bien?
-¡Si! -contestó ella furiosa.
-Pues creo que las latas no están nada bien... algo les ha pasado.
lali se rió.
-¿Estás bien? -preguntó peter de nuevo.
-Si, un poco enfadada, como has dicho las que no están bien, son mis latas.
-Me he dado cuenta.
-¿Y quien no?
Ella miró el suelo de nuevo, estaba encharcado.
-¿Habrá sobrevivido alguna? -preguntó peter.
-No lo creo -contestó lali- tendré que ir a comprar de nuevo -dijo mientras se agachaba y recogía las latas.
-Deja que te ayude -se ofreció peter, cogiendo las latas que se habían soltado.
-Eh... voy a ir por una bolsa y a por la fregona -dijo lali.
Abrió la puerta de su casa, y entró corriendo hasta la cocina, una vez allí sacó una bolsa y cogió el cubo y la fregona, y volvió a salir.
-Ya estoy aquí -dijo, echó las latas dentro de la bolsa. Y peter hizo lo mismo.
-Mira -dijo peter alzando unas tres latas- están se han salvado, las demás están reventadas.
-Gracias -contestó lali con una amable sonrisa- Eh... voy a soltar la bolsa, y...
-Si quieres le voy dando al suelo.
-Oh no, no te molestes.
-No es molestia.
-Pero...
-De verdad. Venga, dámela, mientras puedes ir por una balleta y le das a las salpicaduras.
-Está bien -sonrió lali. Tras darle la fregona a peter entró en la casa, y después de soltar la bolsa, cogió la balleta y salió de nuevo. Sin mirarlo se dispuso a frotar puertas, y paredes. No tardó nada en quitar las salpicaduras- ¡Ya está! -dijo orgullosa.
-Si, todo ha quedado bien -añadió peter, lali de inmediato se fijo en el suelo, estaba muy limpio.
-Gracias -le dijo lali de nuevo.
-Ha sido un placer -contestó peter. Sus ojos se encontraron, y lali se sintió perdida por unos instantes, ahora no sabía que decir. Se fijó en peter.
-¡Oh! -exclamó- mira como te has puesto la chaqueta.
Él bajó la vista y se fijó en su chaqueta gris manchada de coca-cola.
-Me debí manchar cuando me apoyé las latas. Soy un poco patoso... pero tu no te has quedado atrás -susurró fijándose en su escote manchado.
-Las latas -dijo ella- que tenían ganas de juego -la mirada de peter se oscureció, y lali tragó saliva- anda ven y te limpio la mancha -se ofreció.
-Oh, no hace falta -dijo él- la llevo a la tintorería.
-No digas tonterías -contestó lali- además después podemos bebernos las latas sobrevivientes.
-Si insistes -dijo él.
-Vamos.
Poco después lali se sentía rara, había insistido en que peter entrara para limpiarle la chaqueta, y después de que lo hubiera echo estaban sentados en el sofá con un vaso lleno de hielo y coca-cola. peter los había servido mientras ella se daba una ducha rápida para quitarse la ropa sucia y la coca-cola de encima.
Cuando había llegado al salón, se había encontrado dos de sus vasos gigantes llenos de coca-cola y hielo. A peter sentado con las mangas de las camisa remangadas hasta los codos y descalzo.
-Espero que no te importe -había dicho él- era para no ensuciarte el suelo.
-Oh no, no me importa. Gracias -dijo sentándose a su lado, y cogiendo uno de los vasos.
-A ti -dijo él, y un silencio tenso se había apoderado de la habitación.
¿Qué decir? Ninguno de los dos hablaba.
lali clavó la vista en el suelo, luego la dirigió a los pies de peter cubiertos por los calcetines y supo que quería verlos desnudos, tragando saliva desvió la vista hasta los zapatos de él que estaban en la esquina. Cuando alzó la vista se encontró la vista de peter clavada en él.
-Yo... -tartamudeó.
-Shh -siseó él.
lali cogió el vaso de coca-cola nerviosa y bebió apurando el vaso. Una gota de coca-cola se escapó de entre sus labios y comenzó a recorrer su cuello «Solo a mi, solo me pasa a mi» maldijo para sus adentros. Alzó la mano para parar la gota antes de que alcanzara sus senos, pero la mano de peter se cerró en torno a su muñeca.
Alzó la vista y la clavó en los ojos oscuros de peter. Su boca se secó repentinamente, y su corazón palpitó con fuerza. Un estremecimiento inundó su cuerpo, y un calor insoportable empezaba a acosarla.
Vio como peter se inclinaba sobre ella, y sacando la lengua lamió aquella maliciosa gota.
-Sobre ti... sabe mucho mejor.
Ella jadeó, su respiración se agitó. peter tiró de ella y la acercó a su cuerpo.
-No -susurró ella- esto no...
-Shh -siseó él- una tregua lali, es lo que ambos queremos. Lo necesitamos.

Hola gracias por esperar que actualize ahora que es verano y vacaciones voy a subir un capítulo por dia
Gracias.

Jugando con fuego#laliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora