Dos besos y un adiós.

Capítulo cuatro

Cuando le pedí volver nuevamente la segunda vez empecé a buscar que hice mal, y también me puse a pensar que hizo mal ella, fueron días de depresión, días de lluvias, tardes de café y noches de llantos a solas ¿Qué si exagero? No, realmente así sucedió todo, los errores son fáciles de hacer pero difícil de reparar, esta historia es común a muchas otras , sólo que con una relación con más metas que recuerdos, con más futuro que pasado..

Y así fui, analizando el error que cometí y buscando la manera de repararlo, intenté ser más centrado en lo mío, demostrarle que le fui le soy y le seré fiel por siempre pase lo que pase, y estudiaba, no tenía mente para otra chica que no fuera ella...

Al recibir el año estaba viviendo con papá, o al menos así le llamaba hasta que un día tuve un inconveniente con él, pues, tuve una pequeña pelea con mi primo y el se metió.

-Tú ven acá que tenemos que hablar. -Me dijo con furia-

+Ya voy. -Dije un poco asustado-

Cuando hice lo que iba a hacer fui a la cocina a hablar de lo sucedido.

-¿Qué fue lo que pasó allá?

Expliqué todo y no me quería dejar hablar.

-Entonces si yo me molesto te golpeo y así soluciono las cosas. -Decía sin dejarme hablar-

Cada vez que intentaba decirle lo que sucedía me interrumpía.

+Habla tú pues. -Le dije mientras me pedía que le explicara-

-Dime pues que fue lo que pasó.

+Habla tú, ¿No me quieres dejar hablar? Habla tú pues.

Me cacheteó y lo vi con ojos de menosprecio, llamó a mi primo y él le explicó lo que sucedía, pero este sugerió que discutieramos eso el día siguiente, y eso enfureció más al señor ese.

-¿Cómo dijiste? -Dijo el señor ese furioso-

+Que habláramos eso mañana. -Afirmó mi primo con sueño-

-El que decide lo que vamos a hacer aquí soy yo.

Y mi primo le respondió haciendo que la bestia esa estallara, lo empujó y mi primo no aceptó eso, se levanto y golpió al señor ese (Que bien me sentí al ver eso) Al recibir el golpe, el señor empezó a pelear con mi primo que era menor de edad aún, se metió mi hermano mayor de edad porque era injusto que peleara el señor con mi primo, se metió mi madrastra despertando a mi hermano menor que tenía un año a penas, y a la hermana de la perra esa.

Terminamos recogiendo todo para irnos y el señor me jaló por el brazo, mi hermano se cuadró para pelear con él hasta que agarró una piedra y mi primo un cuchillo, cuando mi hermano le íba a lanzar la piedra yo lo detuve y al señor ese lo detuvo un amigo de él, terminamos caminando a una plaza que estaba a unos 2 o 3 kilómetros de distancia para luego caminar a donde mi abuela a 1 kilómetro más...

En cada parte de eso que pasó esa noche a las 12:10 no hacía más que pensar en Rosmery, nada cruzaba mi mente como ella...

Al día siguiente fui a casa del viejo ese a buscar unas cosas que se me habían quedado y cuando llegué ya me tenía todo en una bolsa negra...

Al despertar fui a casa de mamá donde me habilité de nuevo superando todo lo que había pasaba, pero estaba lleno de problemas y sabía que para todos esos problemas había una sola solución y esa solución tenía nombre y apellido.

En resumidas cuentas... Fui deseándola y amándola tanto que sin darme cuenta ya estaba en el quinto intento, pues en esos días eramos muy unidos y estábamos juntos de una manera inexplicable, nos contábamos cosas que no sabe nadie que nos conozca, conocí sus más profundos secretos y sus más crueles problemas, y ella los míos, llegué a la conclusión de que ella me conoce más que cualquier mujer, incluso, sabe más de mi que mi madre....

Cuando me rechazó en este intento diciéndome "necesito un tiempo solas"me sentí desbastado, me quería tapar de otros problemas para al menos cambiar la razón de tanto llanto, y fue así, la olvidé por un momento, intenté ver a otras mujeres, intenté salir con mis amigos más frecuentemente, intenté ocupar mi mente en otras cosas pero algo faltaba, ella estaba ahí al fondo del pasillo de mis recuerdos, siempre estuvo ahí, un día me tumbé en mi cama, para llorar sin que nadie supiera y todos mis errores pasaron frente de mis lágrimas y, por ende, ella estaba ahí, y ese fue el error que más me dolió, sin embargo, yo no le hablaba para intentar olvidarla, pero no pude, pasaron los días grises donde mi vida no tiene sentido, hasta que una mañana me despierto y...