Capítulo 5

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Cada vez más extraños y reales se volvían sus sueños con el paso del tiempo, pero esta vez este sueño superó todo lo antes soñado, era el más real que había tenido nunca. Attis, ese muchacho con hermosos ojos llenos de vida hace que el corazón de Emma despliegue electricidad en todo su cuerpo, pero no esa que te da al tocar un enchufe, sino en cambio es la electricidad del corazón al encontrar su verdadero amor... Pero nada de esto es real, es solo la ilusión y el deseo de un corazón al encontrar un amor imposible. Aunque su mente le dijera que es solo un sueño ella sigue su corazón y por esto necesita encontrarlo.

Trató de levantarse de la cama pero su cuerpo inmóvil lo impedía, la desesperación inundó su mente, el silencio de su habitación se cortó con su grito pidiendo ayuda.

Su mente, por culpa de la desesperación, comenzó a crear ideas y estas lograron perturbarla. 

Grix, que se encontraba en sus pies la observó, emitió un maullido y bajó de la cama. Ella intentó nuevamente tratar de moverse y esta vez lo consiguió. Un alivio llenó su cuerpo y la desesperación se desvaneció de su mente.

El sonido de unas pisadas inundó la habitación, era su madre corriendo escaleras arriba para estar junto a su hija.

-¿¡Qué pasa Emma!?

En su rostro y su voz se notaba un cierto temor y desconcierto y su hija lo notó también.

-No me podía mover de la cama pero ya se ha pasado -Suspiró- Tranquila mamá, estoy bien -Se miro- ¿Lo ves?

-Bueno, si tu lo dices -Cerró los ojos y luego los abrió- Dentro de una hora tienes clase, yo y tu padre ya nos vamos a trabajar a la oficina -Le besó la frente y se fue.

Emma se levantó de la cama, fue hasta el armario para sacar ropa ya que se iba a bañar. Eligió un jean color celeste, una blusa color crema que tenia escrito en inglés la frase "I love books" con un dibujo de una pila de libros; ropa interior, sus Converse negros y blancos, ya todo pronto, se dirigió al baño. Se duchó mientras pensaba en Attis. Al salir del baño ya estaba vestida pero tenía el pelo mojado y lo pensaba dejar así para que se secara solo. Emma siembre veía a las chicas de su curso maquilladas y bien vestidas pero ella odiaba maquillarse, se sentía incómoda y extraña, la única vez que usó maquillaje se lo puso su madre en contra de su voluntad para asistir a una fiesta. Y la ropa era lo que menos le importaba.

Se dirigió a la cocina, al ver el reloj se dio cuenta que solo tenía 15 minutos para desayunar y ordenar la mochila. Comió lo primero que encontró en la heladera, era un yogurt que en 5 minutos lo terminó. Corrió escaleras arribas hacia su cuarto, agarró su mochila y guardó en ella sus libros, los cuadernos de biología, literatura y matemáticas. Busco los auriculares, cuando los encontró los enchufo en su celular y corrió escalera abajo.

Las Lágrimas Del RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora