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El trastorno...

Era una terrible noche de invierno, llovía a cantaros, lo recuerdo muy bien. Había entrado a un hotel llamado "Paradise lost", muy reconocido por sus grandes incidentes y por así llamarlo, "Hechizado" o "Embrujado", ya que también estaba destacado por los ruidos en habitaciones vacías y supuestos "Fantasmas" en distintos pasillos e habitaciones del hotel.

Para empezar mi investigación reserve una de las habitaciones en donde, "supuestamente", más incidentes se habían cometido; Me comentaron que la gente que entraba allí, después de un lapso de tiempo (se podría calcular en unas semanas o en meses) no volvían a ser los mismos; Pero eso ya es otro asunto el cual resolver.

Vengo a revelar el secreto detrás de todo esto. Quizás una ventana mal abierta, gente con problemas tanto sociales como psicológicos o un asesino detrás de la cortina.

Es un pequeño detalle que agregaré pero esa noche llevaba un abrigo bastante largo de color azul oscuro, además de llevar un sombrero negro.

Al entrar todo mojado al hotel, deje mi saco y mi sombrero en un estante. Me dirigí hacia la mesa de recepción, en la cual atendía una mujer un poco joven, pero se notaba bastante madura y seria. Decidí acercarme y preguntarle por mi habitación reservada.

--- Hola bella dama. Vengo a retirar la llave de mi habitación -- Dije, dándole cumplidos a esa mujer.

--- ¿Usted es el investigador Wiliam? --- Pregunto con un tono sonriente y seria al mismo tiempo.

--- Si, lo soy --- respondí y agregue

--- Emm... Veamos, creo que la tenía por aquí... ¡Aja!--- Exclamo Ella --- ¡Aquí esta!, es la habitación N° 56 en el Septimo Piso.

--- Muchas gracias Hermosa, que tenga una bella noche --- Respondí

--- Muchas gracias e igualmente para usted Señor--- Amable y sonriente contesto

Luego de esa charla me dirigí hacia la derecha donde se hallaba ubicado el ascensor; en el trayecto, encontré que las luces e iluminación ambiental estaban muy bien colocadas. Cada espacio del salón que debería de estar a obscuras, no lo estaba y no cambiaba a pesar del horario del día. Decorada hasta el extremo, con 2 arañas de vidrios en el centro del salón que le daban un toque de suavidad. Debajo de cada una de ellas, había una mesa larga con muchas sillas a su alrededor apoyadas en unas alfombras bellas, decoradas y de buen gusto, cuadros bien centrados con imágenes de ancianos, al parecer de los antiguos dueños, a cada costado de esos marcos se encontraba una maseta con unas cañas de bambú.
--- Un salon muy gustosa para personas con un gran gusto hacia la decoracion de interiores. --- Pense --- En Fin.

Me diriji al ascensor, dentro de el note que tenía solo 3 espejos a cada costado y uno en la parte posterior, lo cual generaba un reflejo "infinito"... daba nervios ver como tu reflejo en el espejo se duplicaba cada vez más y más, me decidí por ignorarlos y subir al séptimo piso para poder ver qué tipo de habitación me debe de esperar; estaba ansioso, así como cuando le dan un dulce a un niño o te regalan esa cosa que deseabas en el mundo más que nada. Parecía que no subía mas, cada segundo parecían minutos después horas y hasta llegar a meses... "nunca llegue al 7° piso", mi desesperación cada vez se tornaba más y más abrumador, no soportaba estar ahí. La luz comenzaba a parpadear, hasta que me decidí por mirar en el reflejo de los cristales, parcia de haber alguien ahí... y lo confirme, definitivamente se encontraba alguien alli. No era algo normal, ni tampoco fuera de ello, más bien parecía una persona ya adulta con el pelo largo, con toda su vestimenta mojado... parecía que lloraba... era más alto que yo, no lo soportaba más, las paredes parecía que se derretían, como si el ascensor se encontrara dentro de una olla hirviendo y no hallaba escapatoria, no podía hacer nada, me sentía abrumado hasta queee... la luz se cortó... al volver esta, me encontraba solo en el ascensor, fueron los peores minutos de mi vida, pensé que nada podía superar eso, Pero esto solo era el comienzo...

Al salir del ascensor, mire a todos lados y extremos de los pasillos, parecía que nadie había habitado este piso hace mucho tiempo, las paredes y el techo estaban desgastadas. En la parte superior había un portalámparas vacío, realmente ¿No era necesaria esa luz alli? Pues eso parecía, se encontraban ubicada en el piso una alfombra que ocupaba todo el largo pasillo.

Me decidi por ir a buscar mi habitación y note que estaba ubicada en la punta del pasillo, justo al fondo del lado derecho saliendo del ascensor. Llegando a ella me fije que había una gran ventanal en el final, pero no le di gran importancia.

Ya ubicado al frente de mi habitación me encontraba temblando de los nervios, no podía soportar seguir asi. Había tenía un largo día ocupado en la oficina y mi jefe me habi regaño, ya no quería que nada más me molestara. Decidido y dispuesto entre a la habitación con los ojos cerrados, al encender las luz los abrí, no podía creerlo, era hermosa, tan solo entrar me encontré con una gran variación de muebles, sofás, mesas e incluso habitaciones ser parece esto si puede llegar ser un paraíso perdido.
No lo pensé más y me fui despegando a mi habitación, me recosté en la cama de 2 plazas que se encontraba allí.

"Que día tan largo he tenido hoy", mejor descansare para mañana, ese también me deparara lo mismo...

Algo me inquieta... en esta habitación se encontraba algo que me molestaba, algo extraño, algo que nunca había sentido antes. Era sobre las 3:16 AM, no quería saber más nada de lo ocurría a mi alrededor... No podía dormirme, sentía una sensación de que alguien me andaba observando.

--- "No puedo dormirme, creo que iré a tomarme una ducha tibia para relajarme un poco" --- Dije con un tono de cansancio

Me dirigí al baño... pero... cada paso que daba mi iba alejando más y más... parecía que nunca iba a llegar... era horrible... mientras más me alejaba más se extendía a mi alrededor, las paredes se estiraban como un chicle masticado y deforme, hasta que al final del pasillo... vi una figura... parecía una niña...

--- Oye, ¿Te encuentras bien? ?¿Donde están tus padres?

Parecía que mis palabras no le llegaban, me decidí por gritar, pero... era inútil, ninguno de mis esfuerzos valían la pena, hasta que... la niña empezó a caminar hacia mí, por más que no querría parecía que se hacía más grande, por más que querría escapar no podía, ni correr ni huir... era inútil, estaba asustado... la niña venia más rápido... hasta me sentí impotente al no poder hacer nada para detenerla... la niña llego al frente de mi y al levantar su rostro lentamente pude contemplar las cuencas de sus ojos vacías, su rostro todo desgarrado y arañado.
Fue en ese momento en el que de un salto me desperté en mi cama, temblando y asustado por el miedo generado por esa "niña", si es que se le puede llamar así. Las cortinas estaban cerradas, las corrí hacia un costado y contemple que era de día, corrí disparando hacia el reloj para ver que hora era.

7:43 A.M

Llegaría tarde al trabajo, debía estar a las 8 en punto allí.
Corrí como una luz hacia a mi trabajo. Con suerte llegue a las 8:01. Recibí unos pocos regaños de mi jefe, pero nada fuera de lo habitual.

Con esto termino mi primera noche de trabajo en " Paradise Lost".

Fin de la primera sita.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2017 ⏰

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