Capítulo 10

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-Me veré horrible de payaso- dice Colim una vez que estamos frente a la casa de Dylan-


Pongo los ojos en blanco y miró la casa de Dylan, no es grande, en el porche ahí una linda silla mecedora y un perro bulldog que duerme con el sueño pesado, ahí algunos globos color rosa colgando en la entrada y un chico de piel medio oscura de cabello corto inflando más globos sentado en las gradas del porche, lo reconozco, es uno de los amigos de Dylan.


-Esto es ridículo- se queja Chandler-


Lo ignoro y salgo del auto. El chico del porche me mira y de inmediato me reconoce. Mientras mis amigos bajan del auto voy hacia el chico y el me recibe con una agradable sonrisa.


-¿Eres ___?-


-Si, soy yo- nos damos un formal apretón de manos-


-Soy Joah. Dylan esta adentró, todo está listo sólo tienen que vestirse y entretener a los niños- mira sobre mi hombro y su sonrisa de afloja- Tus amigos no se ven muy emocionados-


No lo están...


-Sólo están cansados-


Joah sonríe y me guía hasta la casa mientras mis amigos nos siguen de cerca.


Una vez en la sala no puedo evitar sentirme en casa de la abuela un domingo por la tarde. El espacio, los muebles y retratos, las flores de color amarillo que combinan con las paredes beich, el ambiente familiar me invade y no puedo evitar sonreír.



Una mujer pequeña de cabello castaño y ojos marrones entra a la sala junto a Dylan, los dos con increíbles sonrisas e impecables. Ella está vestida con un vestido amarillo que queda bien con su color de piel y unos zapatos de tacón marrones, Dylan sólo trae unos vaqueros negros ajustados, una camisa a cuadros y unas botas.



Los ojos de Dylan se iluminan al verme y se coloca entre su madre y yo para establecer una conversación cuando Joah sale de la sala y mis amigos entran.


- Me alegro de que estes aquí- me dice el pelirrojo- Cuando recibí tu mensaje de verdad fue un alivio. Bueno, ella es mi madre-



Le sonrió a Dylan y luego me fijo en la señora con mirada almendrada.


-Hola señora- la saludo tratando de ser educada-


-Hola, dulzura. Dime Theresa- se inclina y me da un pequeño abrazo-


-claro, señora... Theresa- sonrió-


-Gracias por haber venido, enserio me salvaste la vida. Ahora tengo que ir a hacer los últimos arreglos- se dirige a su hijo- Llevalos para que se arreglen, hijo-


Luego de que la mujer se despide con la mano de mis amigos desaparece por una puerta que supongo que lleva a la cocina.

Looking For Sam |C.R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora