U n o

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No puedo recordar cuando fue la última vez que lo vi llorar.

Quizás es porque desde la primera vez que mis ojos lo reflejaron en esa cafetería, el demostraba ser un chico sonriente y con una gran fuerza de voluntad.

Inconscientemente, comencé a mirarlo sonreír mientras leía y cuando tenía suerte podía escucharlo reír al pasar página con página. Y no bebía de su café hasta que dejaba de leer.

Después solo se iba sin expresión alguna en su rostro.

Tuve la suerte de sentarme junto a el, y lo que empezó como una simple conversación entre dos extraños término por unir lazos, que más adelante ni siquiera la muerte podría deshacer.

Soy muy afortunado teniendo en cuenta como habíamos cruzado caminos.

El, un chico risueño que leía sin importarle que su café se enfriase y yo un simple observador en esa cafetería.

"Amar y ser amado "

Sólo eso le pedí.

"Deja que mis dedos te sigan conociendo porque mi corazón ya te lleva grabado Nam Joon.."

El me respondió.

Las visitas a la cafetería poco a poco fueron reemplazadas por ir a trabajar, quedarse juntos en nuestro acogedor departamento que había adquirido vía Internet y las frecuentes visitas al hospital.
Jin había sido diagnosticado un año atrás antes de conocerlo, con una enfermedad que le haría perder la vista gradualmente y con el tiempo afectaría a todo su organismo.

Aún así yo no dejaba de amarlo ni un poco.

Cada mañana al despertar junto a el mirando su semblante tranquilo al dormir, sus cabellos castaños despeinados sobre su frente, dejando ver sus gruesos labios rosados.

El irradiaba vida por donde lo miraras.

-Jin, eres hermoso. - Susurré tomándolo suavemente de su cintura atrayéndolo hacia mi. Necesito sentirlo entre mis brazos, que su perfume natural no abandone mi nariz y sus suaves manos acaricien mi rostro.

-Nam Joon, aún es temprano. Vuelve a dormir. - Su voz somnolienta me hace reír. Beso su hombro como respuesta para después soltarlo despacio y levantarme.

-Esta bien, duerme un poco más. - Lo miro por última vez y salgo de la habitación riendo bajito para no despertarlo.

El reloj de la cocina marca las once y treinta cuando recién comienzo a preparar el desayuno.

Un par de huevos con tocino y café de grano, algo sencillo ya que no soy muy bueno cocinando.
Jin no tarda en salir de la habitación, dando pasos lentos hasta llegar a la barra desayunadora y se sienta apoyando la cabeza en sus manos. Y sonríe cuando me siento junto a el sirviéndonos el desayuno.

- Mañana me toca a mi hacer el desayuno. - Dice antes de que un bostezo lo interrumpa.

-Me gusta como preparas los cheerios con leche por la mañana. - Confieso sonriente y sus mejillas se colorean levemente de rosa, haciendo contraste con sus labios.

-Solo es cereal Nam. Además puedo hacer algo más elaborado. - Niega, moviendo su cabeza de lado a lado riendo.

-Pero si a mi me gustan mucho tus cheerios. Mmm bueno, hoy es sábado, hay que salir. - Propongo sin dudar y Jin asiente sonriendo para seguir con el desayuno.

Cold coffee; NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora