Alguien como tu...

Capitulo1

Eran ya las siete en punto de la mañana, me bajo de mi cama, la verdad no tengo muchas ganas pero es necesario, hoy tomo un vuelo al Estado de México, que flojera pero de ahí depende mi futuro.
-Hija, ven ya a desayunar. ¡Oh!, perfecto. Mi mama ya me esta llamado para desayunar espero que sea mi desayuno favorito.
- Ya voy mamá. Me cepille muy rápido y fui hacia la cocina.
Mama a reunido a toda la familia para desayunar juntos, la verdad es muy incomodo y no es que no me sienta a gusto con mi familia pero me hace sentir mas triste por que los extrañare, no me gustan para nada las despedidas.
-Buenos días, ¿como están el día de hoy?. Mi abuela puso su mirada en mi y lo hizo de una manera en la que no me había visto antes, fue algo así como de tristeza pero a la vez de felicidad tal vez es por que me voy y regreso dentro de seis meses. Al final todos me respondieron que bien, mi mama hizo unos deliciosos hot cakes todos comimos a gusto recordando momentos lindos de mi infancia, al final algún día tenia que irme pero yo no quería que fuese así, casi estoy huyendo de esa persona que me partió el corazón en dos y después de hacerlo pretende regresar conmigo, tremendo tonto pero bueno hablemos de mi; mi nombre es Támara Montalvo Noriega, tengo 18 años soy alta, tengo un largo cabello castaño, soy robustita y de ojos cafés. Se que no soy bonita pero al menos me defiendo, bueno eso creo yo.
Después de desayunar me metí a la ducha, tengo otra pequeña reunión familiar mis padres son separados así que tengo que ir para despedirme de ellos, ojala me hayan preparado los tamalitos de salsa verde que tanto me gustan.
Al salir me dirigí a mi armario, quiero estar cómoda así que me pondré un vestido en linea A de color rojo junto con unos flats negros, me peine y maquille, al terminar me despedí de mi madre y me dirigí a casa de mi "nona". Así le decimos de cariño a mi abuela, cuando llegue todos me recibieron con mucho cariño y claro los tamalitos de salsa verde con mas cariño, quisiera llevarme unos cien de esos amores deliciosos para que no me hagan falta, tomo un gran suspiro, la verdad es que todos me aran falta pero ya tome la decisión de irme así que ya no hay marcha atrás.

Platique un buen rato con mi papa y hermanos nos divertimos mucho, pero llego el momento de la despedida, todos se despidieron me dieron besos y abrazos, después me fui al auto con mi padre el me llevaría a casa.
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Al llegar mire a mi padre con nostalgia, lo extrañaría muchísimo.
-No quiero que te alejes mi cabezona, pero tienes que hacerlo para volverte una gran mujer.
-Tampoco quiero irme papi, pero es mi sueño y esta por cumplirse. Te quiero mucho, te extrañare muchísimo
. - Y yo a ti cosha, cuidate mucho. -Si papi, adiós.
-Adiós hija
Le di un fuerte abrazo a mi padre, baje del auto, y volteo a verlo el solo me regalo una sonrisa y se fue. Entre a casa y subí muy rápido a mi cuarto ya eran las tres en punto de la tarde y mi vuelo saldría al las 8.
-Hija, Jose e Irene están aquí.
Escuchar eso me pone muy feliz, aprecio mucho a esas dos personitas.- voy en un momento mama.

Baje muy rápido y fui a donde estaban, les di un fuerte abrazo, suspiro, como quisiera llevármelos en las maletas.
-No quiero que te bayas, con quien hablare ahora. dijo Jose.
-No seas dramático, no se ira para siempre, va a regresar. Aparte me tienes también a mi. Dijo Irene
-Irene tiene razón, la tienes también a ella y yo regresaré para navidad. No te pongas triste siempre estaré disponible para ti.

De nuevo otra despedida.
Les di un fuerte abrazo les dije cuanto los quería y con lágrimas en los ojos se fueron.
Subí muy rápido a mi habitación ya era hora de irme, así que tome otra ducha, al salir fui a mi armario y opte por unos jeans negros, una blusa manga larga gris y unos converse negros, me hice un chonguito y me maquille.
Al terminar me quede observando por un rato mi habitación, aquí viví momentos muy lindos, pero basta ya volveré pronto, así que tome mis maletas y salí.
Ya abajo estaban todos, vuelvo a suspirar otra despedida, baje con una sonrisa y todos me abrazaron y me dieron sus buenos deseos, mi madre solo me veía ya estaba a punto de estallar en lágrimas así que la abrace y le dije -Volveré pronto, no llores, te quiero no lo olvides.
-Cuidate mucho hija, te quiero.
Me dio otro abrazo y me llevo a la puerta, el taxi ya había llegado
Es hora de irme.
Volteó a ver a todos, les sonrió y me subo al taxi, sabia que mi vida cambiaría y todo saldría bien.
Aviso:
Para las personitas que leen esta "novela" quisiera comunicarles que la estoy editando una disculpa si las confundó. :)