La última carta de Sara

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  Querido Tom:    

Dame una razón, una sola para no amarte, dejar de abrazarte, dejar de besarte, mirarte...dame una sola razón para odiarte. Porque para mí es imposible.    

Mis padres dicen que no eres bueno para mi...ja, ¿ellos qué sabrán sobre lo que es bueno para mí o no? Deberían de estar orgullosos de tí, ¿sabes por qué? porque no fumas, no bebes, no te drogas...¡ni siquiera eres problemático! Pero supongo que para ellos nadie será bueno para mi hasta que tenga un yate privado o algo así. Ya sabes, sales con la hija de una familia de pijos de mierda...¿que esperabas de ellos? Hace poco hablé con ellos por Skype  ya sabes, porque en el hospital no me dejan tener visitas por si influyen en algo con mi "trastorno alimenticio" y lo único que me dijeron fue que con esos "quilillos de más" nunca me casarían...¿tú te crees? sufro de bulimia nerviosa por su culpa, por decirme justo esas cosas que me ofenden hasta más no poder. Pero ellos nunca lo entenderán...Para ellos siempre seré la puta hija enferma y desgraciada sin ningún tipo de futuro.    

¿Pero sabes qué? ¿Quieres saber lo que me mantenía con fuerzas? Imaginarme tu sonrisa, recordar aquel día en que nos pusimos a pensar en nuestro futuro juntos, cuando ninguno de los dos sabía que todo aquello que habíamos formado se acabaría derrumbando. Como un rascacielos mal construido.     

Tom, estoy segura de que te haces una idea de porque escribo esto, ¿no? Pues verás...con tanta mierda que he soportado, por muchas veces que me digas que todo va a estar bien, que nada saldrá mal, que estarás a mi lado para siempre y que tú y yo juntos... Pero al final he caído en la cuenta de que uno se acaba creyendo más las mentiras que las verdades. No sé porqué, pero es así y siempre lo será. Hace poco, cuando vimos "el club de los poetas muertos", me quedé con una cita que seguro estas harto de oírla:"La verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos, la estiras, la extiendes pero nunca es suficiente. La sacudes, le das patadas pero desde que llegamos llorando a que nos vamos muriendo, solo nos cubre la cara mientras gemimos, lloramos y gritamos."    

En fin, Tom, sabes que te amo. Sin tí no soy nadie, en serio, sin tí no hubiese tenido esas ganas de vivir cada día, de sonreírle al sol por las mañanas. Pero lamentablemente acabo de perder la batalla con la vida y no hay nada más que hacer que el que tú vivas la tuya al igual que nuestra hija, la pequeña Emily.    

¡Se me olvidaba mi pequeña Emily! Por favor, Tom, no dejes que nadie la apode de una manera diferente a Ems, sabes que adoro ese mote. Bueno, Emily, mi pequeña Ems. No sabes la de lágrimas que salieron de mis ojos al verte(no te confundas, eran de felicidad). Vi esos hermoso ojos verdes que tanto se parecen a los de tu padre y esa preciosa sonrisa  que según tu padre le recuerda a mí. Pequeña, eres el mejor regalo que jamás he podido tener, eres una personita tan especial...con esa cabellera morena y esas pequeñas pecas en tus pómulos que te dan ese aire tan tierno...Cielo, se que no te acordarás de mi. Pero yo si de tí, ahí arriba, con los angelitos, te señalaré desde arriba y presumiré de tener la hija más bonita de todo el universo.    

Tom, Ems, os amo a ambos y nunca podría haber pedido una familia mejor. No os confundáis, sois los mejores para mí y os llevaré conmigo siempre, en mi corazón, pero...simplemente sentía que os arruinaría la vida con mi presencia y es por eso que, ahora mismo, voy a poner el punto final a mi última carta.    

                                                                           Os ama, Sara.

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⏰ Última actualización: May 25, 2017 ⏰

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