A nadie mas he contado lo que ahora me atrevo a contar aquí, es mas he tratado siempre de ocultar los terribles y perturbadores hechos que acaecieron en aquella infernal sala de hospital.
Tal ves mas de uno haya escuchado hablar de mi y de los experimentos que llevaba a cabo en el ala norte de la facultad de ciencias medicas de la universidad autónoma de santo Domingo.
Mas de seguro sentirán repugnancia hacia mis trabajos en cadáveres los cuales tengo que admitir no eran nada agradables de observar.Antes que nada tengo que decir y aclarar que mis objetivos siempre fueron puramente científicos, todo lo que hice fue en bien de la humanidad y en nombre de la ciencia. Si soy tildado de loco y de ser humano despreciable es solo porque no entienden la naturaleza de mi trabajo.
La vida es corta, efímera tan solo un suspiro y ya no eres mas que despojos. Pero que pasa con tu energía vital? Que pasa con el intelecto a la hora de la muerte? Por mas que se diga y ríos de tinta corran sobre este tema tratando de explicarlo, nadie puede afirmar o tan siquiera atisbar lo que en verdad pasa con nuestro ser.
Mis investigaciones seguían esta parte estigmatizada de la ciencia y tildada de meta física y pseudo ciencia por muchos.
Si he de decir donde empezó mi pasión con el tema fue a finales de los 60s yo cursaba mi último año del bachillerato y ya era un asiduo lector de Carl von flieger y sus teorías sobre la naturaleza de la fuerza vital de la naturaleza. también leía muy atentamente los postulados de Nikola tesla sobre su poco conocido artefacto al cual bautizó recolector electro magnético un aparato capaz de colectar todo tipo de energía electromagnética.
Flieger especulaba con la posibilidad de poder retener la energía vital de una persona fallecida en una suerte de recipiente si se contaba con un aparato para atrapar dicha energía al momento de escapar esta del cuerpo del difunto. Pero claro esta que en los tiempos del celebre y oscuro alquimista no contaba con las herramientas necesarias ni los conocimientos técnicos que le permitieran someter a prueba su teoría.
Mi pasión