Si Te Pierdo

Si te pierdo... ¿me recordarás?

Después de contarle a Margarita "la verdad", me invitó a su casa y limpiamos su habitación: la ropa fue donada-a excepción de unas prendas que tanto su mamá como yo conservamos-, al igual que sus jueguetes, ojalá él hubiera visto la felicidad de esos niños al recibir esos donativos en buen estado, le hubieran encantado sus reacciones.

Su colección de balones fue acogida por su padre.
Las paredes permanecieron como las dejó, su madre no podía borrar su recuerdo tan aprisa, dijo que con el tiempo comenzaría a limpiarlas. En lo que respecta a sus objetos más íntimos me dejó decidir que hacer con ellas, supongo creyó que la mayoría me las quedaría, pero eso no es sano.

Me llevé una linda sorpresa, guardó cada boleto de los lugares a los que fuimos y cada una la grabó con un corazón.
Y cartas, cartas que nunca me dió, que estaban incompletas, que no supo como terminarlas.
Una colección de notas que había hecho para él.
Gorras que le había regalado.
Fotos que no habían sido enmarcadas.

Realmente no fueron muchas cosas de las que me tuve que ocupar, si me hubiera pasado esto a mi, tardarían días completos en desarmar mi habitación; siempre fue práctico.

Sus cartas:

¿Te he contado que posees los ojos más hermosos del ser humano?

Marchito el cielo
Marchito el infierno
Has ligado mi futuro a tu cuerpo.

Sencillamente no he sido él mismo desde tu aparición.

Nuestra marca
y los días
dejan pauta...

Me pregunto que pasará el día que ya no estés aquí, ya sea por un nuevo viaje, un nuevo destino, un nuevo chico, me creo un lío pensando lo que no ha ocurrido. Melany, ¿me llevarás en tus memorias siempre?

Me es difícil explicarte esto,
No estoy seguro de sentir lo nuestro, la relación parece como el desayuno, algunos días lo disfrutas y otros solo es algo de costumbre...

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué se esfuma el amor? Aun pienso que eres preciosa, aun reímos, aun disfrutamos del otro; pero ya no siento igual, creo que permaneces en mi vida por costumbre y no porque te eliga cada día. Sé que aun te gusto Melany, me besas como ese primer dia, me escribes con él mismo entusiasmo, me acaricias como si fuera lo único en tu vida, ¿pero que hay de la mía?

¿Por qué perdió el interés?
Su mamá me encontró llorando en el suelo, me preparó un té y me sirvió una rebanada de pastel. Hablamos de él toda la tarde.