𝘪 𝘯𝘦𝘦𝘥 𝘺𝘰𝘶 » 𝚎𝚛𝚎𝚛𝚒 [𝙾.𝚂.]

parte única. (ꈍᴗꈍ)♡

Eren se encontraba en la casa que compartía con su novio, Levi Ackerman.

Acostado en la cama de su habitación, se dirigió al baño, a hacer sus necesidades, ya que se acababa de despertar.

En el intento de levantarse sintió un repentino dolor de cabeza, obligándolo a volver a sentarse, dirigió su mano a la parte superior de su cara.

Sintió la zona ardiendo, cogió el termómetro del cajón de la mesita de noche. Colocó el aparato en su axila y espero unos minutos.

— joder... — susurró al retirar el termómetro de debajo de su brazo.

El objeto marcaba 39 C° de fiebre.

Con cuidado, se levantó con el objetivo de ir hacia al baño. Al conseguirlo, rebuscó entre los cajones, encontrando un bote sin etiqueta, estaba lleno, tenía pinta de que nunca fue utilizado.

Eren no tenía ni idea de que era, pero su dolor de cabeza ganaba las dudas que le causaban al ver las pastillas.

Decidido, tomó la pastilla azulada, con ayuda de un vaso de agua.

La pastilla pasó por su garganta fácilmente, gracias al agua.

Después de tratar su salud, volvió a la cama, él pensaba que el efecto de la pastilla iba a tardar en actuar, asi que se echó una siesta, así aprovechaba y no tendría que esperar mucho a su novio que según sus cálculos y mirando la hora, por supuesto, tardaría 30 minutos o poco más que eso para que volviera.

Levi, mientras tanto, estaba trabajando, en su oficina, revisaba el papeleo que tenía sobre el escritorio.

El resto de los empleados que trabajaban, pasaban delante de su oficina y notaban en la cara del señor Heichou que estaba muy aburrido, debido a sus ojos que estaban mas entrecerrados de lo normal.

Pensando en alguna escusa de como tomarse el dia libre, disimulaba que escribía un documento muy importante, como los niños que no tienen nada que hacer en clase cuando el profesor estaba ausente.

Sonrió al recordar lo que hacía en clase de muchacho, lo mismo que hacía ahora.

— eso es. — dijo una vez que se le ocurrió de como salir de su trabajo.

Llamó a su secretaria y segundos después apareció Petra.

— buenos días señor Heichou, ¿le pasó algo? — cuestionó extrañada, ya que Levi solo llamaba a su secretaria para cosas graves o por si se encontraba mal, no lo usaba casi nunca.

— no, es solo que me tengo que ir, la madre de Eren sufrió un accidente y debo irme con urgencia. — el rostro de Petra paleció.

— c-claro, puede irse tranquilo — Levi sonrió internamente y recogió sus cosas.

— hasta mañana — dijo Petra.

— adiós — dijo seco como siempre.

Se fué casi corriendo hacia su coche, encendió el mismo y se fue de camino a casa.

Eren se sentía incómodo, lo que le hizo despertar sudando y con la respiración acelerada.

El dolor de cabeza seguía, gimió de frustración, se fijó en el espejo de su habitación, lo tenía en una esquina del cuarto, tenía las mejillas rojísimas.

Se destapó con las mantas ya que sentía un calor debajo de las mismas, miró sus pantalones y abrió los ojos como platos, llevándose una mano a la boca. Una erección crecía debajo de la ropa, intentó taparlo, aun que estuviese solo, se avergonzaba de tal cosa.