Capítulo 99: Preparativos: Se aproxima Navidad

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  ¿Qué hay gente bonita?¿Se la pasaron bien en fin de año y qué tan bien las ha tratado este 2016? Espero que todo esté yendo bien y que su membresía en el gym no haya salido demasiado costosa XD Yo sólo vine a dejarles felicidad en forma de capítulos...¡Y al mismo tiempo celebrar con todas ustedes que ya hemos llegado a los 100 capítulos y aún no termina esta comedia-romántica! ¿Y por qué puse la nota en el capítulo 99? Porque soy vaga y quiero dejarlo todo dicho en un solo párrafo *-*9 Así que disfruten, rían e imagínense las desaventuras que tocarán a la puerta. Matta ne! 

*-*-*-*-*-*

Pero no muy lejos de allí, aquel grupo de chicas se detuvieron en el instante en que sintieron que algo no iba bien con su alrededor. Especialmente porque estaban frente a aquella llamativa y concurrida tienda de lencería. Por alguna razón creían haber escuchado ciertas voces familiares.

—Podía jurar que me pareció ver a mi estúpido hermano por aquí —mencionó Hannah parada frente al amplio ventanal del que gozaba tan glamurosa tienda de lencería.

—Tengo esa misma sensación —susurraba Lia.

—Pues con ellos nunca se sabe. Ya ven que son capaces de muchas cosas —sentenció Axelle tranquilamente.

—Bueno, ya que estamos aquí, entremos a comprar —motivaba la pelirroja más que nada al par de chicas.

—¡¿Qué?! —exclamaron colectivamente esas dos.

—Las chicas debemos tener bonita ropa para toda ocasión —les indicaba seriamente Lia—. Y eso incluye lencería, así que entremos y veamos si hay algo para ustedes.

—Nada como un bonito recuerdo de París —secundaba Hannah. Axelle y Aoi solamente se miraron con terror puro.

Aquel aviso de último momento había logrado salvar a aquel grupo de aventurados chicos de la furia colectiva de esas cuatro chicas. Por el momento podían considerarse afortunados, iban a vivir un día más y por ahora se encontraban lo suficientemente lejos de esas mujeres. De algo tenía que servirles su buena condición física.

—Uff...Faltó poco para que mi hermana nos pillara...—alegaba Hadrien aun intentando recobrar su ritmo normal de respiración—. Si nos encontraba allí iba a asesinarnos.

—Nunca se me olvidaron esas dolorosas llaves que tu hermana nos hacía cuando se enfadaba con nosotros —relataba el castaño.

—Ésta es una señal de que no debemos comprar algo como eso, Aominecchi.

—¿Te refieres a eso que llevas entre manos? —le señaló vilmente el moreno. Kise únicamente trasladó su atención a su mano derecha; allí mismo se encontraba una bonita bolsa rosa pastel con la prestigiosa marca de la tienda de ropa íntima.

—¡¿En qué momento?! —gritó el chico ante lo que parecía inexplicable.

—Te moviste rápidamente hacia la caja registradora en cuanto Marko nos advirtió de la amenaza —relataba seriamente el alemán—. Y después escapamos graciosamente de la tienda departamental. Debo admitir que estoy impresionado de lo aferrado que eres cuando quieres conseguir algo que deseas con todo el corazón. Veo que no solamente lo aplicas al basquetbol.

—No creo que eso sea algo digno de presumir...—criticaba el italiano.

—Se ha quedado en shock —pronunció el peli azul mirando al pobre rubio que estaba hecho piedra. Ni siquiera él había concluido su compra.

—Igualmente podemos ir a otra tienda de lencería. Conozco una igual de buena que ésta y que seguramente te gustará Aomine...

—Hadrien, empiezo a creer que a todas tus ex novias les has regalado ropa interior...—decía Turletti, mirándole detenidamente.

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora