Ir caminando como una sombra, sin rumbo fijo, a un lugar que ni existe pero en nuestra cabeza siempre estuvo la esperanza de que algún día solo por un momento apareciese en frente nuestra. Una vida que se abre al sufrimiento monumental de la conciencia de cada persona que junto a otras flores está casi a flor de piel y no quiere ser descubierta por nadie, excepto por esa sonrisa sincera y amable que la acoge sin preguntas.
Una cálida voz que sin saberlo cae en las redes de la nostalgia y se recupera gracias a una amiga que siempre está ahí cuando la necesita. Un abrazo que siempre viene bien sentir de alguien que te aprecia y te quiere. Un beso, una caricia que suelta una agradable fragancia que te reconforta tanto, que te puedes quedar dormido... una flor de loto que camina a la vez que deja espinas a quien se lo merece.
Una escasa raíz que cuando le llegue la hora florece con abundante alegría y sensación de bienestar. Aquella vez en la que nadie te hacía caso y justo te encontraste con una cara conocida, la cual te invitó a no sufrir más y desahogarte desde lo más profundo del corazón que necesita de una buena compañía.
Una buena conversación que te haga sentir bien, un deseo por el que querer luchar.
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Los Valores
Non-FictionCada uno los expresa a su manera, pero hay veces en que es mejor compartirlo, otras veces está mejor donde nació.