Capítulo 16

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- ¡Qué alegría, chicos! ¡Os hemos echado de menos! Pasad, pasad – Molly Weasley abría generosamente la puerta de la cocina a sus invitados - La mayoría de los chicos están acostados, Harry llegó tarde ayer y claro...se quedaron hablando un largo rato. ___, cariño deja tus cosas aquí que ya las subiremos cuando Ginny se despierte. David, dormirás en el cuarto de Charlie. Usted, Eleanor...

- ¡Querida, cuántas veces te habré dicho que me trates de tú! – rio Eleanor.

- Emh, sí...- la señora Weasley se sonrojó- Te hemos preparado lo mejor posible el cuarto de...de Percy – una mueca pasó rápidamente por su rostro. La abuela le dio unas palmaditas en el hombro para consolarla.

- Muchas gracias por vuestra hospitalidad – dijo David.

- Sí, teníamos...teníamos muchas ganas de venir – soltó ___ en un pequeño suspiro.

Despertarse aquella mañana no había sido fácil para la chica. Unos cuantos días viendo a Fred las 24 horas no iban a ser fácil. Más que nada porque no sabía por dónde empezar. Los días pasados habían sido difíciles. Al fin Eleanor les había dicho todo lo que querían saber.

Regulus tuvo una aventura con una muggle. Se enamoraron locamente, ella sabía lo que él era y le daba igual. Pero Black ya estaba en el lado de Voldemort y la pureza a la sangre iba antes que todo. Por precaución decidió dejar de ver a Iris, que así se llamaba la chica muggle. Su familia era demasiado peligrosa para ella. No lo entenderían jamás. Ni él mismo lo entendía, ya que toda su vida había crecido odiando a los muggles. Le habían inculcado unos valores llenos de odio. Pero Iris...era perfecta.

La dejó con el corazón roto. Ambos tenían 18 años, apenas unos críos, pero ella se había quedado embarazada. Sus padres la echaron de casa y ella intentó volver a contactar con Regulus, pero no podía. Fue a vivir a una casa de acogida de madres solteras y allí dio a luz. Era una niña. Lo único que hizo fue ponerle el nombre, ____, luego la dio en adopción. Ella no podría cuidarla.

Regulus se enteró de que había sido padre. Había tenido que madurar rápidamente. Decidió jugarse la vida, se arriesgó. Voldemort había tratado fatal a Kreacher, a quien el chico Black había cogido cariño, pero al que nunca contó su secreto: que se había enamorado de Iris y había sido padre. Estaba tan harto de todo, que vio ahí una gran oportunidad para traicionar al Señor Tenebroso.

Ni Eleanor ni ___ sabían qué era lo que realmente hizo Regulus. Solo sabían que traicionó a su amo y acabó muerto.

De Iris, nada se sabía. ___ le preguntó a su abuela si había mantenido contacto con ella de algún modo, pero no fue el caso. La chica no podía sacársela de la cabeza. ¿Qué estaría haciendo? ¿Dónde viviría? Estaba en peligro...Bellatrix la había amenazado.

David, por su parte, era hijo de una pareja de mortífagos que le abandonaron. Pensaban que había sido un error tenerle. Y debían servir a Voldemort...les iba la vida en ello. David no hizo preguntas, no quiso saber nada.

Por eso, la idea de pasar unos cuantos días en casa de los Weasley, con entradas y salidas constantes de los miembros de la Orden, no se le antojaba nada agradable a ___. En cuanto viese a Harry o a Remus, Sirius se le vendría a la cabeza y, por consiguiente, Regulus. No veía escapatoria.

- ¡Pero qué maleducada soy! No os he ofrecido nada de desayunar, ¿qué os apetece?

- Hemos desayunado en casa, querida. No queríamos darte problemas. Ahora dime, ¿cómo van las cosas? – Eleanor se sentó en la gran mesa del comedor y señaló un asiento a su lado, indicando a Molly que se sentase con ella.

Te doy media noche. [Fred Weasley y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora