El chico de la banda [kryber]

Capítulo 9: ¡¿Eras tú?!

–Hola, Soo Jung! – dijeron Victoria y Luna mientras entraban a la casa de Sulli. Krystal abrió los ojos y sacó el aire.
–Sulliiii! ¡Las chicas están abajo!- gritó Krystal mientras cerraba la puerta.
–¿Por qué tenías los ojos cerrados, Soo Jung? – preguntó Luna.
–¿Yo? ¡Ah sí! Es que creí tener algo dentro–  contestó mientras las otras chicas la miraban extrañadas.
–Luna... Bajaste lo que traíamos en la parte de atrás del coche, ¿verdad?– Victoria le preguntó mientras buscaba algo en la mesa.
–Oh, ammm, creo que lo olvidé– Luna sonrió mientras la otra chica levantaba el puño.
–¡¿Y qué esperas para ir por él?!- gritó la mayor de las amigas.
– Sí, sí, a eso voy! – dijo Luna mientras abría las puerta y salía con dirección al auto.

Pov Krystal:

Cuando el timbre sonó, Sulli y yo creímos que serían los de la banda, por lo tanto, ella no quiso bajar porque aún no terminaba de arreglarse para su "oppa". Yo tampoco quería bajar, porque ¿qué haría? Se supone que hasta este momento la única de nosotras que sabe que la persona que quiere Sulli es una chica soy yo, así que no podía recurrir a nadie por un consejo.
Bajé corriendo las escaleras, suspiré y cerré los ojos, lo que menos quería era ver a esa chica, pero fue un acto estupido, ya que quienes llegaron, no fueron los de la banda, sino las chicas.
Después de una discusión, Luna regresó al auto y Victoria entró a la cocina.
Me senté en el sillón y comencé a cambiar los canales de televisión, pero de nuevo sonó el timbre.
Me paré y abrí la puerta sin fijarme quién había llegado.
–¿Ahora no olvidaste nada, Luna?– dije sin mirar al frente.
–Eh... No somos Luna. – dijo un chico.
Levanté la mirada y ahí estaban ellos, la chica de cabello largo le susurró algo a alguien que venía atrás, no sabía quién era, hasta que...
–¡Amber oppa! – escuché a Sulli gritar desde arriba. Inmediatamente ella bajó, y los invitó a pasar.
–¡Oh, pirata!– dijo "Amber" cuando Sulli tomó su mano.
"¿pirata?" Dijimos los chicos de su banda y yo.

–Amber oppa me ha llamado así desde que, ya saben, esto está en mi rostro– dijo Sulli sonriendo mientras señalaba su parche, causando que los chicos rieran.

–Por favor, entren y dejen sus abrigos en ese cuarto. –Sulli señaló una puerta que estaba bajo las escaleras.
Los chicos hicieron eso y se dirigieron a la sala siguiendo a Sulli. Todos menos "Amber". Ella se encontraba con el cabello alborotado, quitándose una gran chamarra azul y después de quitársela, comenzó a doblarla. Sonreí al ver esta acción y después desapareció esa sonrisa, ¿qué estoy haciendo?.
De pronto, algo se me ocurrió.
Amber abrió la puerta del cuarto y comenzó a acomodar su chamarra. Ella no podía verme, así que sólo la empujé hacia dentro del cuarto.
Una vez adentro, cerré la puerta y encendí la luz.

–¡Oye! ¡¿Por qué hiciste eso?!– ella por primera vez se dirigió a mí.

–Cállate y escucha, ¿está bien?– dije y ella sólo cruzó los brazos.

–No sé quién eres, ni qué quieres aquí, pero no quiero que traigas problemas a Sulli. Yo... Sé que no eres un chico como ella cree, así que por favor, te pido que ella no se entere, al menos no por ahora, ¿sí?– ella me miró y habló.

–No sé de qué est... espera...– ella frunció el ceño y se acercó a mí, sólo pude retroceder un poco– ¿eras tú? – dijo mientras se acercaba aún más.

–¿Q-qué?– tenerla cerca me ponía nerviosa.

–¡Eras tú!– ella se alejó y la golpeé en el brazo por haber gritado de esa forma.

–You're so stupid! ¡no grites! – dije mientras ella volvía a fruncir el ceño.

Amber Pov:
¿Quién lo diría? ¡La chica que llegó esta mañana al café era ella! ¡Y no sólo eso, sino que al llamarme "estupido", me di cuenta de que también ella fue la mujer que encontré en el cuarto el día del accidente! Esto se volvía cada vez más confuso. Además, ¿de qué hablaba ella?, es decir, que yo recuerde nunca quise hacerme pasar por un hombre y ella ahora pedía que lo hiciera por "Sulli", que ahora sé, ese es el nombre de la chica del accidente.
Después de su golpe, dije:

–¡Oh, al parecer la princesa me está siguiendo, ¿ah? – ella se sonrojó– vamos, no me dejarás mentir en que a quien encontré en ese cuarto del bar y que esta mañana fue al café, eres tú, ¿cierto? – ella permanecía ahí parada sin decir nada. Al parecer descubrí su secreto. Sólo reí y continué. – Está bien, ¿pero te digo algo?, yo no pedí meterme en este lío. Yo sólo quise ser amable con ¿Sulli? - ella asintió- bien, sólo quise ser amable con ella y aunque trato, ella nunca me ha dejado explicar que soy una chica. No pretendo pasar por un chico si es eso lo que pensabas, pero entiendo, has de preocuparte porque tu amiga al parecer está coqueteando conmigo, ¿no es así? – ella no decía nada, sólo escuchaba lo que decía. – Puedo ayudarte en eso, pero ¿qué pasará con mis amigos? Ellos saben lo que soy y en cualquier momento mencionaran que soy una chica, así que ¿cuál es tu plan? – ella no dijo nada– ¡oh, vamos! ¿Quieres mandar sobre mí y no tienes un plan? Esto sí que va a ser difícil... Pero en fin, creo tener uno. – abrí la puerta indicándole que saliera, cosa que no hizo ya que seguía parada dentro del cuarto.

–¡Vamos, princesa! ¿O acaso prefiere quedarse en este sucio y horrible cuarto? – dije.

– ¿Por qué me llamas princesa?– escuché por segunda vez su voz.

– Porque al parecer, te gusta mandar sobre las otras personas y el día que te conocí, dijiste que no te tratara mal. ¿no es ese el claro ejemplo de una princesa? – ella se sonrojó y salió del cuarto.

Solo sonreí y cerré la puerta. Esta chica estaba aún más loca que su amiga Sulli.