» CAPITULO VEINTICINCO

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— Lucy – me llamó a mis espaldas — Detente, por favor. Habla conmigo – tomo mi muñeca con delicadeza y apreté mis ojos con fuerza.

— No quiero hablar – me solté de su agarre y corrí arriba de las escaleras con él pisándome los talones — Lo último que quiero es hablar contigo – grite.

— Lucy, ¿qué sucedió? – me habló tras la puerta.

***

¿Intimidada? Eso jamás. Juvia estaba junto a mí y eso era suficiente para tener mi triunfo en bandeja de plata.

Tenía cierta ventaja en esto.

Ordene un segundo micrófono y con gusto lo subieron al escenario para mí.

Juvia subió después de mí y tomamos un respiro al mismo tiempo. Era la primera vez para Juvia y eso claramente la ponía nerviosa, y lo único que podía hacer por ella era tomar su mano con firmeza.

— Lo harás bien – le dije y ella me regalo una pequeña sonrisa.

Claro que yo también estaba nerviosa. Tenía tan poco arriba de un escenario que no podía controlar los nervios de subir y cantar, pero había algo dentro de mí que calmaba esa ansiedad para sustituirlo con tranquilidad. Las melodías que perforaban mis oídos me hacían sentir cálida y amada; la música me amaba y yo la amaba a ella. Ese era nuestro pacto.

— Esta canción va para Cana – sonreí ampliamente y Juvia me imito — Es de todo nuestro corazón para ti.

Lucy/Ambas:
Donde están todas mis hermanas de alma
Déjenme escucharlas, hermanas de sabor

Tome el micrófono con mis manos. Juvia parecía nerviosa así que trate de darle la diversión que se merecía.

Ambas:
Hey hermana, vamos hermana, hermana de alma, hermana de sabor
Hey hermana, vamos hermana, hermana de alma, vamos hermana

Me di la vuelta moviendo un poco mis caderas y mi cabello con mi mano libre creando un ambiente animado. Estaba siendo provocativa.

Y eso hizo reír a Juvia un poco.

Juvia:
Él conoció a Mermelada en el viejo Molino Rojo
Contoneando su mercancía en la calle
Ella dijo, hola, oye Joe
¿querés intentarlo? oh

Juvia me imito y nos dimos un golpe con la cadera; nos estábamos divirtiendo.

Ambas:
Gitchi gitchi ya ya da da
Gitchi gitchi ya ya hee
Chocolate de moca ya ya
Criolla Lady Mermelada
Voulez vous coucher avec moi, ce soir
Voulez vous coucher avec moi.

Bajamos del escenario y todos comenzaron a aplaudirnos. Me acerqué a la mesa donde estaba Cana y me senté como una reina en la mesa moviendo mi cabello.

Lucy:
El se sentó en su tocador mientras ella se refrescaba
El chico se tomó todo el vino de magnolia
En sus sábanas negras de satín
Fue donde él empezó a enloquecer, sí

Levantándome de la mesa sacudí mis caderas recorriendo todo el lugar. Juvia seguía mi paso y se acercaba a las mesas moviendo sus caderas si parar.

Ambas:
Gitchi gitchi ya ya da da
Gitchi gitchi ya ya hee
Chocolate de moca ya ya
Criolla Lady Mermelada, uh
Voulez vous coucher avec moi, ce soir
Voulez vous coucher avec moi.

Nos sentamos en una de las sillas que habían puesto para nosotras en el centro del restaurante y sacamos aquellas magníficas notas que recibieron chiflidos y aplausos.

Lucy:
Si, si, oh
Pasamos entre el dinero y las ligas
Les hacemos saber que somos así, directo al grano
Somos mujeres independientes, algunos nos confunden con prostitutas
Y yo digo, por qué gastar mi dinero, cuando puedo gastar el tuyo
Si no estás de acuerdo, bueno, sos vos y lo siento
Yo voy a seguir jugando con estas gatas como Atari
Usando zapatos de tacón alto, y recibiendo amor de los judíos
Cuatro traceros malos del Molino Rojo
Oigan hermanas, hermanas del alma
Mejor lo dejamos así, hermanas
Tomamos vino en copas con diamantes
Por cierto, muestran nuestros gustos por lo caro
Queremos gitchi gitchi ya ya
Chocolate de moca
Criolla Lady Mermelada

Amor a un escenario; naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora