Tu silencio me quitaba el aliento, Clare. Espere hasta ahora para poder hablar contigo – expuso Sabrina. Por la manera en que me habló pude percibir una extraña preocupación ligada con cierta tristeza. Era incapaz de contestarle, lo único que pude hacer fue mirarla a los ojos y dejar que estos espejos hablaran por si solos.
No digas nada, se por lo que estás pasando – continuó – en el preciso momento en que ví a Erick a tu lado supuestamente conversando, me di cuenta de lo que tramaba, la morbosidad que reflejaba su rostro, me hizo recordar que yo también fui su víctima pero... es algo que ahora no tiene importancia, Clare ¿Qué... hago? – preguntó. Me abalance sobre ella y no pare de llorar. Las demás compañeras de cuarto no dijeron nada, entendiendo sin lugar a duda mi horrendo problema
Aun no lo sé... pero hallaremos una solución – expuso Sabrina buscando la manera de aliviar mi desesperación.
Llore tanto que ni recordé lo que ocurrió luego; desperté horas más tarde con los ojos bastante hinchados, apenas podía ver la tenue de la noche filtrándose por la ventana ¿te sientes acorralada? ¿Cómo si no existiera salida, verdad? – manifestó Babel. Ese tono de voz me resultaba tan familiar, la lista de nombres ubicados en mi memoria eran casi insignificantes ¿Cómo podía olvidarlo? – ¿Es necesario pensar demasiado? Quizás te haría recobrar la memoria si te dijera esto ¿Por qué me siento tan... sucia? De pronto comencé a escucharlas risotadas que me inquietaron tanto. No cabía duda de quién era... Babel había regresado.
Limpie rápidamente la suciedad que había en mis ojos y así poder apreciar con claridad la imagen, aunque por la hinchazón continuaba viendo borroso. Después de pronunciarse con tan inolvidable pregunta, permaneció en silencio al otro lado de la habitación ligeramente apoyada sobre uno de los muebles para dormir. Cuando mi visión comenzó a esclarecerse un poco me di cuenta de que Babel estaba reposada en la cama de Sabrina, quizás por el pesado sueño que tenía no se percató de ella. Sabrina tenía como costumbre pegarse a la pared y dejar casi la mitad de su colchón sin utilizarse y con su sabana solo en la parte inutilizable tendida por completo. Babel se encontraba postrada en ese lugar y no causo ni la menor arruga, era como si pesara menos gramos tal cual una pluma, por un momento pensé que flotaba, pero eso no podía ser posible ¿o sí?
La tenue luminosidad que atravesaba la ventana solo me permitía ver sus pies descalzos y su particular vestido, completamente idéntica a como la vi en nuestro primer encuentro, sin embargo, en ambas ocasiones la luz no fue más allá de su ingle o... será posible que ella prefería mantener su rostro sumergido en las sombras por temor a ser descubierta pero ¿de qué? o ¿quiénes?
Clare, se aproximan tormentas bastantes turbulentas – dijo, me desconcertó la extraña preocupación inmersa en sus palabras ¿Por qué se preocupaba tanto? De pronto la confusión comenzó a invadir mi cabeza, no la entendía, un día me tiraba al rio para ahogarme y al otro intentaba salvarme, me inquietaba, cada vez más su comportamiento, mutaba tan rápido como el pasar de las páginas.
Si, lo se... aún no sé qué hacer – respondí, siguiéndole la corriente. – No seas irónica, debe existir alguna forma de resolver esto... No debemos quedarnos de brazos cruzados.
Quede conmocionada al escuchar "debemos" en ese instante me sentí protegida, como si no estuviese sola aunque en realidad si lo estaba.
En los próximos días los monstruos perpetraran mi inocencia y no sé qué hacer al respecto – expuse, me sorprendió mi propia actitud, ¿estoy teniendo una conversación con una ella?
Espero que encuentres la salida... Es cuestión de tiempo, a veces solo debemos esperar.
Repentinamente afuera comenzó a escucharse un ruido como si alguien estuviese entre los arbustos a escondidas, merodeando. Lleve la mirada a cada espacio tratando de ubicar el inquietante sonido. De pronto, recordé que Babel aún se hallaba en la habitación, cuando voltee a ver ya no estaba, de forma imprevista mi cuerpo se estremeció, no tenía ni las mínimas ganas de observar pero al mismo tiempo existía la curiosidad que me carcomía por dentro. Un viento gélido recorría pausadamente mi espalda. Cerré los ojos y me dije a mi misma miles de veces: puedes hacerlo, Clare. La oscuridad invadía el panorama y la oscuridad sin importarle nada en lo absoluto, hizo que derramara tímidas lágrimas. La sensación que me hizo experimentar ese hecho era inimaginable... fue como si un invisible pero tangible peso estuviese sobre mis hombros, sin lugar a dudas me agotaba. Volví abrir mis ojos para ver lo que tanto me atemorizaba. No me di cuenta sino hasta ese momento que aquello que me aterraba proyectaba mi sombra hacia la pared. Permanecí estoica observando la maquiavélica sombra, todavía no emitía ningún sonido, el pánico congelo mis cuerdas vocales.
Grandes cuernos, gruesas y puntiagudas garras... pero lo que mas me traumó fue los destellos rojizos que de manera repentina aparecían en el rostro de la figura diabólica, voltee de inmediato para ver si la sombra provenía de la misma persona... o cosa. Al otro lado de la ventana se encontraban los monstruos, con una sonrisa sarcástica mostrando sus amarillentos y fríos dientes...
Mi cuerpo estaba completamente sudado, los radiantes rayos del sol se filtraban por el cristal, no recordaba cuando me fui a dormir, ni siquiera recordaba que hice ayer, y lo agradecía por escapar de esa escalofriante pesadilla. Necesito fuerza pero no sé dónde encontrarla, todos se cansaron de mí, nadie se acercaba... Me sentía sola e inmensamente dolida, aunque ¿Por qué me sentía así? A eso se refería Erick cuando me dijo, finalmente te encuentro... sola. Quiero morir, otro día que pasaba y yo no hacía más que esperar.
Volví a sentarme en el mismo puesto que ayer, deseando que Erick no me mortificara más de lo que había hecho. De pronto, sentí que alguien se sentó a mi lado. Era Sabrina.
Clare, no podía esperar más, necesito saber ¿Qué sucede? – expuso con tono alarmante.
Me restan pocos días para ser marcada por la oscura triqueta – expuse.
Sabrina comenzó a hurgar en su fuente buscando palabras, aunque fuesen pocas para aplacar tenuemente mi preocupación, finalmente dijo: Pronto encontraremos la salida... esperemos Clare.
El tiempo, tan preciado pero tan efímero, sin darme cuenta la luna se situaba frente a mí, mostrándome el misterio y la tranquilidad que la caracterizaba. Mientras contemplaba tal majestuosidad, cierto sentimiento comenzó a propagarse dentro de mí, el deseo de tener algo que ni aunque lo anhelara con todas mis fuerzas lo tendría: La envidia, quiero ser como ella, libre, pasiva, dotada de la magia fugaz de la noche, sin embargo, mi vaga aspiración quedo confinada a un infinito brote de sueños rotos. Me sentí como la estúpida niña que era engañada por sus padres ¿padres? uno que no conocía y otro que se cansó de mí y me dejó... abandonada.
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Hola, mis queridos Reclusitos. Gracias por leer y votar. Aquí les dejo la séptima parte del primer capitulo de Desde el Otro Lado de la Ventana llamado La Pérdida...espero que sigan disfrutando de los personajes. Aún Clare está muerta del miedo averiguando como escapar de esta enrevesada encrucijada. Por su parte, Sabrina esta viendo como puede ayudar a su gran amiga ha escapar de las garras de la triqueta. La intriga, la desesperación y el miedo sobre una situación que parece no tener salida. Buenas noches ;)
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Desde El Otro Lado De La Ventana
Misterio / SuspensoRelata la historia de Clare, una joven que desde muy pequeña conoce los más amargos sabores de la inextricable vida: dolor,tristeza y perversion ofrecida por la triquetra en Coraza Mariposa. Su unica ancla fue Sabrina, otra reclusa, así los llamaban...