Seven days; ch

Monday

Se colocó los anteojos oscuros, para evitar que los rayos de sol que alumbraba California dañaran sus ojos; salió del aeropuerto, en el que había aterrizado hacia unos cuantos minutos antes, con su bolso, decidido a tomar un taxi que lo conduciría hacia el hotel en el que se iba a hospedar por toda aquella esa semana.

Estas vacaciones no habían sido planeadas con anticipación; surgieron de un día para el otro se podría decir.

Detuvo a un taxi y entró en éste; le indicó la dirección del lugar. Sus ojos se perdían en el paisaje que California le daba en el viaje, al tiempo que su mente viajaba para otro lado.

Sus compañeros de banda, sus hermanos (porque eso eran, ya eran parte de su familia), le habían dicho que necesitaba un cambio de aire.

No sabía por qué habían sugerido aquello, y justo en aquellos días, donde trabajaban en aquel nuevo álbum. Bueno, sabía porque, pero no quería admitir que era provocado por el cambio de humor que había sufrido; pasaba los días con un humor completamente distinto.

Suspiró y recostó su cabeza en la ventanilla del taxi.

Unos veinte minutos después, ya se encontraba instalado en su habitación del hotel.

Supongo que podría disfrutar de estos días, se dijo a sí mismo, mientras que observaba la playa que se extendía debajo de su ventana.

La cálida brisa y el olor salado del océano lo relajaron.