Día 1: ¡Esto de nuevo!

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El alcohol se les había esfumado después de lo sucedido, aún seguían en el gremio viendo a las cuatro niñas que los veían extrañadas, Laxus veía la situación de igual manera, como maestro tenía que controlar todo, los más jóvenes veían a sus madres estupefactos al verlas muy pequeñas e indefensas.

Lucy ya se estaba cansando de la mirada de Natsu así que decidió ver hacia otro lado y se fijó en Layla la cual se estremeció al tener contacto con su pequeña madre.

La rubia se movió de donde estaba y camino hasta donde su hija, la comenzó a ver de pies a cabeza, todos estaban pendientes de los movimientos de Lucy.

— ¿Dónde estoy? —pregunto la pequeña Heartfilia.

Nadie sabía que contestarle, Draco abrió la boca y luego la cerró porque seguramente diría alguna estupidez. Mirajane que estaba abrazando a su hija ya que se sentía mal por lo sucedido, pensó en que podía decirle a una niña de doce de donde estaba, pensó demasiado bien su respuesta para luego contestarle, pero se lo explicaría poco a poco.

—Ah, estas en Fairy Tail —contesto la albina, se posó frente a la pequeña rubia, volteo a ver a Juvia y tenía que explicarle a ella igual —. Están en Fairy Tail, lo siento. Soy Mirajane Dreyar —Levy y Erza se quedaron viendo extrañadas al escuchar como la albina se presentó.

—Pero, ¿qué hago aquí exactamente? —exigió Lucy un respuesta exacta.

—Ah, tú padre te lo permitió —contesto Laxus ya que Mirajane no pudo contestarle —Al igual que a Juvia.

La pequeña Loxar estaba con la cabeza agachada y muy callada, las otras dos solo miraban el gremio sin comprender absolutamente nada de lo que había sucedido.

—Lo mejor sería ir a dormir, ¿no creen? —sugirió Jellal.

Todos concordaron con él, ya era muy tarde y hablarían en la mañana.

—Los quiero a todos a primera hora en el gremio —dijo Laxus —, sin protestas.

Decidieron no protestar y hacerle caso al maestro, ahora el problema era llevarse a las chicas.

—Lucy, tú iras con Natsu, ¿sí? —le dijo Mirajane, la rubia se comportaba de una manera extraña y solo se limitó a decir que si, los Dragneel junto con su pequeña rubia se fueron —Juvia —la peli azul levanto el rostro asustada —, iras con Gray. Erza con Jellal y Levy con Gajeel.

Las tres familias se fueron del gremio, era necesario decirles a las chicas que se fueran con sus esposos, la situación para todos era estresante y ellas no tenían otro hogar más que ese.

Mañana sería un día nuevo en el cual podrían explicar todo, lo correcto ahora era dormir.

...

El sol inundaba la habitación de Layla, aunque no había dormido muy bien que digamos ya que durmió en un colchón al lado de su cama, su madre de doce años estaba en su cama durmiendo, la situación no era muy bonita para ella, se levantó de donde estaba y vio que Lucy aun dormía, la peli rosa tenía mucha hambre así que decidió bajar para ir a comer.

Sin hacer ruido salió de habitación y comenzó a oler la deliciosa comida, luego recordó que en su casa la única que cocinaba era su madre y de ahí nadie más.

Corrió hasta la cocina y se encontró con una escena completamente extraña para ella, Natsu y Draco cocinando, Igneel poniendo platos en la mesa y no habían destruido la cocina.

—Buenos días, Lay —saludo Natsu a su hija.

— ¿No se quemó nada? —pregunto aun extrañada.

Niñas Mimadas (CAUI#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora