Ya llevaba escondida alrededor de un mes en su apartamento de Central Garden, un barrio de Los Ángeles, que la mayoría de la gente tendría que evitar, pero donde ella tenía que esconderse. El comunicado de fuga aún no se había transmitido a nivel nacional, pero prefería estar sobresegura en el asunto y no arriesgarse.
El dinero le estaba empezando a escasear y las únicas maneras de conseguirlo sin ponerse en "peligro", eran ilegales.
Para poder encontrar un puesto de trabajo necesitaba ser irreconocible para los agentes que deambulan por las calles de Los Angeles, y para eso decidió gastar sus últimos ahorros en una peluquería de su barrio.
No había salido de su antihigiénico apartamento en los treinta días que llevaba salvo para comprar comida china para llevar y aún así lo más lejos que había llegado era al segundo portal de su bloque.
Por lo que no era de extrañar que en cuanto puso un pie fuera de su portal mirara de un lado a otro, examinara cada cara de cada peatón y cuidara sus espaldas.
La peluquería quedaba a doscientos metros exactos de su vivienda, una calle a la izquierda, todo recto, luego a la derecha y llegabas a la red de establecimientos.
El local tenía un cartel rosa fucsia con letras negras que ponía: JOANA'S peluquería y estética.
A través del cristal se veían a cuatro mujeres de color, una en el recibidor pintándose las uñas y las otras tres atendiendo a las clientas. El local es igual de extravagante por fuera que por dentro, lleno de colores vivos de una gran gama de rosas, luces y espejos.
Tomó un tiempo hasta que dejó sus inseguridades de lado y decidió entrar. Todas las clientas eran de color y en cuanto entró le dedicaron una mirada desaprobatoria que rápidamente fue sofocada por una exclamación.
Una chica blanca arrojó una revista a la mesa y se levantó de su silla en un gesto teatral, se agarraba del pelo dramáticamente mientras echaba una mirada cargada de odio hacia la revista.
La cara de Abby se desfiguró durante un segundo y junto a las demás personas del establecimiento, estalló en carcajadas, rompiendo la tensión que por un momento llenaba el JOANA'S.
-Joana, no vuelvas a comprar The Sun si quieres que siga viniendo a tu peluquería.
Como la atención ya no estaba puesta en ella, se sentó sutilmente en una silla de la zona de espera, junto a la chica, agarró la revista que había arrojado esta y se escondió de mirada curiosas.
-Bianca, no estabas obligada a cogerla si no querías, cariño.-respondió la mujer del mostrador, que por su nombre, Abby supuso que era la dueña del negocio.
-No puedo creer que Harry Styles, ¡mi Harry Styles! Tenga novia, encima una Kardashian.
Abby estaba sorprendida, pero su rostro no lo mostraba, a esa chica la veían como una más de la familia cuando a ella le habían lanzado cuchillos con la mirada en cuanto entró.
-A ver guapa, relájate. Quién sabe cuánto durarán, ahora siéntate y espera turno.
Con dignidad, Bianca volvió a su sitio y empezó a buscar la revista que estaba leyendo antes, cuando su mirada se posó en el escondite temporal de Abby, se relajó.
-Eh, chica.
Abby se sobresaltó y se encogió en su asiento. No tenía miedo a una persecución policial ni a lo que pensaran los demás, hasta hace un mes. Se sentía más débil y vulnerable. A veces agarraba su arma en un intento de cobrar confianza pero con eso se sentía más débil si cabía.
La chica agarró la revista y se la arrancó de las manos. Escrutó con sus ojos oscuros a Abby y frunció el ceño exageradamente.
-Tu cara no me suena, ¡eres nueva!- su voz sobresaltó a varias clientas- A lo vuestro señoras.
-Me he mudado hace unos días.- mintió.
No quería quedar mal ante ella, a saber qué pensaría si dijera que lleva sin pisar la calle un mes.
-Al principio estarás algo incómoda, pero créeme, te acostumbrarás. Es algo difícil, pero una vez pasado un tiempo formarás parte de la familia.
-Es bueno saberlo- respondió.
-Oh se me olvidaba, Bianca Walker para servirte.- extendió la mano que rápidamente estrechó para no mostrarse antipática.
A lo mejor podía hacer una amiga, a lo mejor habían descubierto que ella no era culpable y por eso no habían emitido la orden de arresto a otros estados.
-Abby Connery, un placer.
Las dos chicas se sonrieron mutuamente y esperaron a su turno sumergidas en una entretenida conversación. Cuando ya terminaron salieron juntas de el local y antes de separarse, Bianca llamó a Abby.
- Sé que nos conocemos desde hace dos horas escasas pero, tengo invitaciones para asistir al Wild Nights, si quieres y no tienes nada que hacer, te puedes venir conmigo.
-Sí.-dijo al instante, lo mejor para desestresarse era ir a un club y divertirse y ahora que había cambiado de look tenía más seguridad.
-¡Perfecto! Pasaré a por ti sobre las ocho, ponte guapa.
Le guiñó un ojo pícaramente y con la energía de una pequeña niña se marchó. Sin duda Abby pensaba que esa noche sería inolvidable.
Por otra parte, Liam.
Como la mayoría de las noches, Liam no había resistido ante las insistencias de su mejor amigo y había sido arrastrado hasta el club Wild Nights contra su voluntad.
Sabía que si entraba en un lugar público su rostro sería reconocible ante tantas personas, las fans le acosarían, se embriagaría y terminaría acostándose con una de ellas como todas las noches.
No es que no le gustara, solo que ahora no le importaba nada.
-Hunter, voy a por una bebida, no tardo- dijo en un intento en vano para que su amigo le prestara atención, pero este estaba demasiado ocupado con una chica.
Esa era una de las razones por la cual era su mejor amigo, que no prestara atención a las cosas importantes.
Caminaba entre la multitud sintiendo las descaradas miradas de fans o solamente chicas que lo veían atractivo.
Las luces del antro le cegaban en su trayecto hacia la barra. El olor a cigarros y alcohol le mareaba pero tras años asistiendo a clubes así, el ambiente le era familiar.
-Un vodka solo- dijo llegando a la barra.
Cuando ya tuvo su bebida, apoyó sus codos en la barra y de cara a la pista observaba la gente que bailaba y deambulaba por allí.
Una figura femenina le llamó la atención. Sus caderas se movían al ritmo de la música, sus curvas le habían hipnotizado. Bailaba con una rubia a su lado, ambas llamaban la atención de la población masculina. A pesar de como se movían las dos, a Liam solo le llamaba la atención la chica de pelo corto cobrizo.
Esa noche aquella chica iba a ser suya.
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N/A: Hello, somos nosotras. Okno.
Nuevo capítulo, yei, sabemos que llevamos desde Enero sin publicar y sabemos que somos unas vagas, pero ya estamos aquí bitches. Como escusa, la distancia es muy mala. Vivimos en lugares distintos, asi que comprensión, aunque nos comprometemos a subir otro capítulo cuanto antes (o al menos en menos de dos meses).
También echar las culpas a Dylan sexy O'bBrien y Teen Wolf, temporada tensa chicas. Viva Stalia!!
Bueno chicas o chicos, esperamos que os haya gustado y nos vemos en el siguiente capitulo.
Twinswolf10
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ABBY
Teen FictionAbby Connery solo desea alejarse de su tormentoso presente y buscar a la persona que tanto la ha jodido. Mientras tanto Liam Tunner, el actor más valorado actualmente, siente un vacío al pensar que la gente se acerca a él solo por la fama y decide d...