The One Who Makes Me Smile

Temblores (TOWMMS)

Ya es el dichoso "pasado mañana". Juraría que hubiese cerrado mis ojos desde el momento en que Harry se fue y, al abrirlos, ya era otro día. Liam está contando cuánto dinero tenemos una y otra vez para asegurarse de haber contado bien. No tengo ni la menor idea de dónde viviremos allá pero supongo que será un Hotel de no mucho lujo. Entro a la habitación después de haber tomado una última ducha en ésta casa.

-7400, 7500, 7600... -cuenta rápidamente Liam en la cama.

Me siento a su lado terminando de secar mi cabello con la toalla. Lo miro de reojo y él sigue contando.

-Ya -apoyo mi mano sobre su espalda algo erguida -, el dinero está bien, déjalo.

Me mira, sonríe y me da un suave beso en la mano. Guarda todo el dinero en una cajita pequeña con candado y la deja en la cama. Al ver la maleta me acuerdo del recuadro. Me gustaría preguntarle porqué me había mentido, pero la respuesta sería ovbia. Él sigue extrañándolos tanto como yo. Decido pensar en otra cosa y lo primero que se me viene a la cabeza es Niall.

-¿Crees que Niall siga siendo...?

-¿Siendo qué? -pregunta.

-El mismo... ¿Lo crees? -lo miro fijamente.

-No, no lo creo. Lo sé -sonríe y acaricia mi cabeza.

-Ya, no soy una niña -digo sacudiendo mi cabeza de un lado para otro para que deje mi cabeza.

-Sí, a veces lo olvido -su sonrisa no es de felicidad, sino de cierta tristeza.

De pronto se siente como el piso se mueve.

-Temblor -dice Liam de pronto.

Al comienzo es lento pero luego se intensifica. Liam me jala del brazo y me lleva a las calles. Mejor es prevenir que lamentar. En la entrada me doy cuenta de lo fuerte que me está agarrando él. Se nota algo preocupado. Cuando el temblor cesa, entramos y él suspira de alivio.

-Tranquilo, ni fue tan fuerte -le digo para que se tranquilice.

-Puede haber una réplica -dice ignorándome.

-Voy a bajar mis cosas, ¿me ayudas?

-Sí, ya tenemos que ir yendo. El vuelo es en tres horas y mientras llegamos al aereopuerto -sube él primero.

Temblores. Me acuerdo cuando mi mamá solía decirnos que los temblores significaban algo. Cuando algo estaba a punto de cambiar por completo y el cambio o podría ser bueno o malo. 

Está lloviendo, genial. El taxi nos deja en la entrada del aereopuerto y al salir siento que me baño de nuevo. Me sacudo del frío y entro corriendo. Cuando volteo me doy cuenta de que he dejado a Liam con las maletas afuera. El pobre entra dejando las pesadas maletas, empapado.

-Lo siento -digo aguantando la risa.

Pasamos por diferentes lugares. Yo solo observo a Liam entregando papeles y hablando con distintas personas. Esto me hace recordar a cuando Niall viajó a Londres.

-¿Nerviosa? -me pregunta Liam mientras hacemos la cola para inspección.

Es como si me leyese la mente. Sí, Liam, estoy nerviosa. Me tiemblan las manos, el cuerpo, todo.

-No. ¿Tú?

-Algo -admite jugando con sus manos como un niño ansioso.

Liam siempre ha sido sincero conmigo, eso nos diferencia ultimamente.

Es mi turno y obviamente no tengo ninguna arma ni transporto drogas, ¿acaso tengo cara de hacerlo? 

-Adelante -me dice el hombre de seguridad sonriente.