♡【Goodbye FriendZone】♡

Capitulo 1: Rutina de una chica en la FriendZone

Este mundo es confuso, las personas son confusas. Nos enamoramos y queremos lo que nos hace más daño en este mundo ¿El por que? Sólo no lo entiendo, si lo supiera tal vez mi vida fuera mejor y hasta hubiera superado el hecho de ser una idiota enamorada de quién ha sido mi mejor amigo de toda la vida, lo se. Soy patética.

Mi nombre es Yuki, Yuki Izuna para ser más exactos y podría decirse que soy una persona fuera de lo común, toda mi vida me ha gustado llamar a atención, más no el ser criticada, irónico ¿no?, tal vez por ese pequeño detalle suelo ser tan cuidadosa con todo, pero en especial con una cosa. Mis sentimientos. Desde que tuve la edad suficiente como para saber que era el que me gustara un chico, me quede totalmente obsesionada por ese que desde que tenía cinco años era mi mejor amigo, pero el nunca me vio como tal ni se dio cuenta de lo que sentía y yo obviamente no pensaba decírselo, sólo iba a echar a perder todo y acabaría con nuestra amistad de años.

Me quede callada y sólo me dije a mi misma "superalo" pero ya han pasado unos ¿Doce? ¿Quince? No lo se, pero si que han sido muchos años, muchos años en los que sigo babeandome como una idiota por ese buen amigo mío, aquel que nunca dejo de pensar que sólo éramos amigos.

— Yu-Chan, arriba.— Murmuro Sara, mi actual amiga con derecho con la que pasaba la mayoría del tiempo, ya que había que decirlo a los cuatro vientos, ya que nunca he superado a ese idiota decidí no salir con ningún hombre ya que todos sólo me causaban repulsión, pero algo tenía que hacer en medio de mi abstinencia y eso fue comenzar a salir con mujeres.

—¿Qué hora es?.— Pregunte.

— Es tarde, tienes que ir a ver los nuevos diseños ¿Recuerdas?.— Dijo.

Pero que pereza, sin contar que casi se me olvidaba, para acabar de empeorar las cosas decidí entrar al mundo de la moda, soy una excelente diseñadora y costurera, pero por cosas del destino, he acabado trabajando para mi mejor amigo, señoras y señores, el mundo apesta.

— Ya voy.— Termine de susurrar con molestia, levantándome de mi cómoda cama de agua para sólo ir al baño, como siempre cepille mis dientes y me mire en el espejo, mis ojeras eran un desastre al igual que mi ya desteñido cabello de color mora.

— Ese tonto me matara, pero las divas siempre se hacen esperar.— comente casi a gritos y fui a ducharme, tomándome mi tiempo, cantando y bailando en la ducha, era mi costumbre, mi rutina.

— Yu-chan, me iré yendo, tengo que ir al trabajo.— Grito Sara posiblemente ya desde la sala, después de todo mi departamento no era muy grande.

— Ajam.— Dije en un tono alto, recargando parte de mi cuerpo contra la pared de frías baldosas azules del baño.

— Esto apesta.— Grite, ciertamente no quería ir a trabajar y sólo verle la cara al señorito amargado, pero no tenía de otra, así que salí del baño, ni me moleste en cubrir mi cuerpo con alguna toalla, sólo comencé a secar mi cabello con una pequeña mientras que caminaba a mi habitación, percatandome rápidamente de que no estaba sola, el estaba ahí. ¿pero en que momento llego?.

— Otra vez te quedaste dormida.— Dijo con molestia, cruzandose de brazos.

No pude hacer otra cosa que suspirar, alzar mi mirada hacia el, como siempre me gustaba detallar su perfecta y excéntrica forma de vestir, ese cabello rosa y sobre todo esos piercings de su rostro que le hacían lucir aún mejor.

—¿Ups?.— Dije, encogiendome de hombros y sólo caminando hacia el armario a buscar algo de ropa.

— Yuki, debías estar ahí a las ocho y mira las horas que son.— Me reclamo.

— Si señor Koichi. Dime ¿Por eso viniste a buscarme? Eres tan considerado.— Mencione aquello último con evidente sarcasmo, sonriendo para el al poco tiempo.