Dia de la cosecha

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Ya es la tarde y estoy lista y arreglada para la cosecha. Decido ir un poco más temprano para encontrarme con Cato y hablar con él.
(...)
-Estoy muy nerviosa-Le digo y Cato me da un abrazó
-Tranquila, nada nos pasara.-Me da un beso en la frente para tranquilizarme.
-Tengo miedo ¿Qué tal si sale mi nombre o el tuyo?
-No van a salir, tranquila nada nos va pasar.
-Te amo ¿Sabias?
-Sí, y yo también te amo.
Nos quedamos abrazados así por unos minutos, hasta que llamaron y tuvimos que separarnos.
Por un lado colocan a las chicas de entre 12 a 18 años. Y por el otro a los chicos.
Llega una mujer cabello corto color fuxia, ella sera la que saque el nombre de los dos tributos. Como es de costumbre primero se saca el nombre de las chicas. Y no puedo evitar estar tiritando, aunque intento ocultar el hecho de tener miedo. Todos en la institución de entrenamiento me ven como una chica ruda, sin miedo a nada y mucho menos al hecho de ser seleccionada para los juegos.
La mujer se dirige a la urna y saca un sobre, se acerca al micrófono a leer el nombre del tributo mujer.
-La tributo femenina del distrito 2 es.... Clove Kentwell.
¿Qué? ¿Acaso dijo mi nombre? ¿Soy yo?
De repente una cámara enfoca mi cara, entonces me doy cuenta que sí soy yo y siento como el mundo empieza a caerse a pedacitos.
Subo al escenario y veo como todos me miran con lastima y asombro ¿Asombro? Si tal vez sea por mi cara, ya se me es imposible ocultar el miedo y el pánico.
-Excelente, ahora vamos a elegir al tributo masculino.-Dice la mujer de cabello fuxia, pero antes de que se dirija a la urna algo horrible pasa.
-¡Me presentó voluntario!-Grita alguien, ¿esa voz? No, no por favor que no sea él. Levanto mi vista y lo veo a él acercándose al escenario.
-¿Cual es tu nombre jovencito?-Pregunto la mujer
-Cato Hadley.
Todo lo que tenia se desmorono en menos de diez minutos. Mi vida, mi familia, mis amigos, Cato, todo eso acabo de perder.
-Un fuerte aplauso para los tributos del distrito 2-Dice animadamente aquella mujer.
-Lo siento...-Me susurra Cato.

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