Mariposas Perdidas | Louis & Harry

treinta y siete

El agua estaba fría, pero sus pies no sintieron nada. Su corazón funcionaba por igual; sin latidos, sin sentimientos, sin emociones. Carente de vida. Para él, el sol había dejado de brillar y la luna había huido a otro lugar.

*

Anduvo hasta el río y siguió a la corriente desde el borde, pisoteando plantas y matando flores, y tras un período de tiempo que a él no le importó en absoluto, la encontró, moviéndose bajo el agua hasta acercarse a él y sacar la cabeza, dejándose ver y liberando su larga cabellera negra de la humedad del agua.

Ella sonreía.

Louis solo la miraba a los ojos.

Si daba un paso al frente, nadie vendría a buscarlo. Las criaturas estaban en sus casas, llorando la pérdida que él añoraba en silencio. Nadie estaba preocupado por él. No importaba lo que corriera por su mente. Harry se había ido y su ausencia sería el pan de cada día durante semanas en un mundo que sólo algunos descubrirían a lo largo de la eternidad.

Pero Louis no tenía hambre, y su corazón también estaba vacío y no había manera alguna de llenarlo.

No sería egoísta si seguía adelante. Ellos tenían a gente a su alrededor, podrían soportar su ausencia y apoyarse en los hombros de los demás. Él no podía, él no tenía a nadie, nadie que comprendiera, y no quería volver a ser valiente. Ese tiempo ya había pasado.

No le quedaba...

Nada.

Dio un paso adelante.

Ella salió del agua, mostrando su cuerpo desnudo, sus pechos y sus curvas, y alzando los brazos cogió a Louis cuando éste cayó.

Louis se dejó abrazar. Cerró los ojos y se permitió no sentir nada, dejar la mente en blanco.

El agua estaba fría, pero sus pies no sintieron nada. Su corazón funcionaba por igual; sin latidos, sin sentimientos, sin emociones. Carente de vida. Para él, el sol había dejado de brillar y la luna había huido a otro lugar.

Su ropa se empapó, el pelo se le pegó a la frente enseguida, y él dejó de respirar cuando ella lo jaló bajo el agua, arrastrándolo a las profundidades, para siempre, a un lugar donde no tendría que sufrir por nada ni nadie...

Nunca jamás.