Mi nombre es Katy, tengo 14 años y vivo en Argentina con mis padres y mi hermano mellizo Luca. Adoro el parkour ya que me sirve mucho para mi trabajo.
Porque puedo parecer una chica normal pero cuándo lo necesito me convierto en Beimaik...
Bueno, me...
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Desperté escuchando el suave susurro de los árboles y el tranquilo cantar de los pajaritos, todo era tan tranquilo que me quede un rato más en mi cama relajándome; pero de repente fui interrumpida por el estruendo de mi hermano al golpear la puerta de mi habitación.
-¿Que pasa? -le grite molesta a Luca.
-Baja que paso algo -me respondió sin prestarme mucha atención.
Intrigada baje al comedor sin siquiera ponerme unas pantuflas. Allí estaba mi mamá y mi papá sentados.
-¿Qué paso? -les pregunté.
Mi padre se pasó la mano nervioso por su pelo rojizo y me miró con sus ojitos verdes, que eran los únicos rasgos que compartíamos.
-Sinceramente... bueno, no se como decir... ¡es algo bueno no te preocupes!- dijo al ver mi cara confusa.
-Nos vamos a ir a Francia -tiró la noticia mi mamá sin dar vueltas.
-¿Vivir o de paseo? -pregunté tartamudeando con miedo.
-A vivir -respondió mamá.
-¡¿Que?! ¡¿Por qué?! -preguntó Luca abriendo los ojos.
-Conseguí un buen trabajo como fotógrafo en una buena revista dirigida por Gabriel Agreste.
-Y... ¿Cuándo saldríamos?
-En 2 meses más o menos -respondió mi padre.
Mi padre empezó a hablar de cosas de la mudanza que no me interesaban; yo escuchaba en silencio sin poder creer lo que estaba pasando. Cuando terminó de hablar subí enojada a mi cuarto. Cerré la puerta y me tire a mi cama, Titi (mi kwami) salió del bolsillo de mi pijama.
-Katy tranquilízate, ¿que hay de malo?
-El problema es que me gusta el campo y Argentina, no me quiero ir... Acá tengo toda mi vida echa, y no quiero una nueva vida.
-Tranquila Katy, nada te va a pasar -intentó tranquilizarme Titi.
Por toda respuesta suspire triste.
-Y... ¿Si revisas los diarios de París?.
-¿Para qué?
-Para saber las celebridades, los eventos , lo que esta pasando en Francia... para conocer un poco.
-Está bien.
Entre rápidamente en Google y apareció "TN FRANCIA"
-Jaja parece TN Argentina -le dije a Titi riendo.
En la primera portada decía:
"Ladybug y ChatNoir vuelven a salvar París".
"De casualidad, prendí la televisión y apareció la noticia: habían robado el museo. Salí afuera, vi que la calle estaba llena patrullas y helicópteros... Entonces fui corriendo al museo, como muchas personas lo hacían. Todos en la multitud que eramos estábamos confundidos, la policía nos decía que el criminal era Chatnoir... pero de repente al lado de el apareció "el duplicado" de Chatnoir y el verdadero Chatnoir... y del otro lado apareció Ladybug que parece que también estaba confundida; pero se trataba de "Capycat" imitador de Chatnoir... por suerte al final nos pudieron salvar Ladybug y el verdadero Chatnoir"
-Declaró Peeta, el panadero.
Miré la pantalla sorprendida por lo que había leído en ese instante...
-¿Sera cierto que hay más super héroes? -le pregunté sorprendida a Titi.
-Tengo que empezar a empacar mis cosas -le dije a Titi suspirando.
En 2 meses mudamos la mayoría de nuestros muebles a Europa; y yo guardaba mis cosas en cajas... Guardaba recuerdos tras recuerdos, digamos que guarde toda mi vida en cajas. No fue hasta que vi mi habitación vacía y las cosas empacadas que entendí que iba a dejar todo eso atrás y caí en cuenta que empezaba una nueva etapa.
Afuera hacia frío, así que me puse mi campera y Titi aprovechó ponerse en mi bolsillo. Abrí la puerta y me quedé con la mano en el picaporte y me quede observando mi habitación que, aunque esté vacía, aún irradiaba vida; en la ventana los árboles susurraban lo que para mí era una despedida. Y ahí, con la mano aún en el picaporte, cerré los ojos para escucharlos, y como siempre fui interrumpida por mi hermano, el cual chillaba como un chancho.
-¡NO QUIERO SUBIR AL AUTO! ¡DEJAME EN ARGENTINA! -gritaba una y otra vez mientras mi papá luchaba con él para subirlo al auto. Si, así era Luca. Por más que tenga 14 años actuaba como si tuviera cinco años.
La verdad... es que entendía a Luca. Yo tampoco quería abandonar mi casa y menos que menos quería subir al auto. Así que resignada, abandoné mi casa y partí al aeropuerto.
El aeropuerto estaba lleno de gente y valijas, yo estaba nerviosa por un pensamiento que me había asaltado..."¿y si allá no tengo amigos? o... ¿si me molestan?...NO, ESTOY PENSANDO TONTERÍAS...
-Pasajeros para el avión rumbo a París vallan a su respectiva plataforma.
La voz del parlante interrumpió mis pensamientos y agarré mis valijas rápidamente, seguí a mi familia huyendo de mis pensamientos. A la única conclusión que había llegado era que, definitivamente, todo cambiaría a partir de ese momento.
Una hora después toda mi familia estábamos arriba del avión despidiéndonos del cielo argentino.
-¿Te das cuenta que vamos a estar más de diez horas sentados en el avión? -me dijo Luca desde la butaca de al lado- ¿Qué se supone que vamos a hacer?
-No se Luca... dormite.
Y eso hice yo. Cuando me desperté, unas dos horas más tarde, me encontré con Luca desordenando todo su bolso.
-¿Qué haces? -le pregunte, asustandolo.
-Ehh... No,nada. Es que no encuentro mi consola -me dijo mirándome con fingida despreocupación.
-¿Y no podes hacer otra cosa?... Desordenaste todo, Lucas.
-Ya hice "otra cosa" -protestó-. Vi una película, escuche música, hasta leí el programa de evacuación en caso de emergencia. Ahora quiero la consola.
Charlamos y peliamos el resto del viaje, como siempre hacemos. De súbito, él miró por la ventana del avión y distraidamente señaló:
-Mirá, esa es la torre Eifel. Ay, tengo hambre. Menos mal que ya llegamos.
-¿No te parece que ver la torre Eifel es como que confirmara que realmente nos mudamos y estamos acá?
-Si, puede ser...- dijo distraído- ¡Mira,un parque de diversiones! -dijo tirándose arriba mío para verlo más de cerca.
-¡Ay Luca salí de arriba mío!
-¿Por qué, si estoy re cómodo?
Y así estuvimos hasta que aterrizamos, peleando y jugando.