Despierto, en la cama de al lado están mis padres y a los pies de mi cama esta mi hermana mayor, recuerdo que quedan pocas horas para los Juegos del Hambre.
Me levanto, cuidando no despertar a mis padres. Linsy, mi hermana, me lleva rápidamente a la cocina, creo que intenta animarme-Fabrice- dice
-Ya lo sé-
-Te lo tengo decir igualmente- me reprocha- Ya sé que estuve inconsciente mucho tiempo y que tuviste que pedir muchas teselas desde los 12 años. Y ahora mírate... solo han pasado 3 años y ya estas hecho todo un hombre-
-No deberías haber ido sola a la fábrica ese día– contesto.
-Tenía que hacerlo, teníamos hambre y con lo que le dan a papá...-.Tengo ganas de decirle que hubiese sido mejor pedir las teselas desde el principio; podríamos haber evitado que ella estuviera en la fábrica el día del accidente, pero era demasiado testaruda para hacerle caso a su hermano menor, y sé que también se culpa por ello, además, sólo una tesela no es suficiente para una familia de 4 personas.
-Pero...-
-¡Pero que!-interrumpe con rabia- ¡No quiero perderte Fabrice! No en los juegos.Veo por el rabillo del ojo que mi madre despertó y nos observa. Le hago un gesto con la cabeza a Linsy para irnos pero no está fijándose en mí, tiene la mirada fija en un punto detrás de mi, donde se supone que esta la puerta. Me giro y veo que en la puerta hay un hombre robusto, vestido de blanco que nos avisa de que dentro de unas horas tenemos que estar en la plaza, donde dará lugar la elección al azar de tributos, las reglas son: los tributos tienen que tener entre 12 y 18 años, cada año entra una nueva papeleta con tu nombre y cada vez que pides una tesela (que es una reserva de cereales, solo lo suficiente para que 3 personas coman un mes, o eso es lo que ellos suponen) entra una papeleta extra con tu nombre.
Linsy se arregla para la cosecha mientras yo voy a la floristeria, donde está mi mejor amiga, Liz.
-Hola tú-responde alegre aunque menos de lo habitual
-Estas preparada para...-
-Yo siempre estoy preparada-con el mismo tono prepotente que cuando la conocí.
-Yo... Bueno, no tanto-
-Nadie quiere morir, solo nos queda aceptarlo
-¿Tú lo has aceptado?-le pregunto
-Yo lo acepte desde que cumplí los doce años- Noto que esta seria- Nunca he tenido la necesidad de pedir una tesela, no tengo que preocuparme por nadie. El negocio familiar nos da los excelentes lujos de la clase media y ser hija única es... ¿sabes? hoy es mi última cosecha, el próximo año tendré 18 y ya no aparecerá más mi nombre en las papeletas. Aunque eso no me libre de pasar los años en un lugar lleno de cables, tornillos... los odio. Pero odiaría más tener que pedir una tesela.Me viene un recuerdo de hace unos años, cuando pedí mi primera tesela, Liz estaba a mi lado pero no me impidió hacerlo.
-Aquél día...-le digo- ¿Por qué no impediste que pidiera la primera tesela?
-Porque tienes que ser tú el que cuide tu familia. Tu padre se pasa el día trabajando en la fábrica por un salario que ni siquiera merece el nombre, Linsy estuvo en coma, y tu madre... -hace una pausa- Es mejor que nos vayamos de una vez a la plaza.-
-Tienes razón-Estoy en la plaza junto a los demás chicos de mi salón de clases. Los chicos a la izquierda y chicas a la derecha. Entre el grupo de las chicas veo a Liz, ella también me ve y me giña un ojo para que no me preocupe, y aunque se voltea rápidamente creo ver que se limpia una mejilla.
Un representante del Capitolio, del que nunca me acuerdo su nombre, aunque tiene un acento gracioso característico del capitolio, se apresura a la urna de la izquierda llena de papeletas
-Primero los caballeros- Dice con su acento extraño
Me tengo que aguantar la risa, miro a Liz y veo que le pasa lo mismo
-Bueno, pues sin más dilación-Mete la mano en la urna y da vueltas para remover las papeletas, hasta que finalmente saca una
-FABRICE NAYNA-
Pienso que es una broma hasta que me veo en la pantalla
-FABRICE NAYNA- Repite
Me acerco al escenario subo las escaleras y me pongo al lado de la urna es como un sueño, no es real.
-¿Algún voluntario?-
No se ofrece nadie. Veo al representante ir a la urna de las chicas, mete la mano en la urna y tarda menos que en la anterior
-LINSY NAYNA-
Veo a mi hermana caminar en modo de trance sin saber si quiera para donde mirar, con un par de agentes de la paz detrás de ella. Parece estar a punto de desmayarse
Una voz, clara y sin rastro de miedo se escucha justo antes de que el presentador abra la boca
-Me presento voluntaria- dice Liz, lo suficientemente alto como para que le escuchen todos. Sale del grupo de las chicas y se dispone a subir por las escaleras con una blusa azul suave y unos pantalones negros, y yo voy con una camisa blanca manchada y unos pantalones rotos. Cuando pasa a mi lado me susurra
-De nada campeón- y sonríe.
Sonrío durante un momento hasta que me doy cuenta donde estoy. El representante le pregunta.
-¿Cómo te llamas preciosa?--Liz... Lara-
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