Capítulos 10: Miedo interior

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El castaño se había helado al escuchar esas palabras, mientras que Astrid no tuvo comentarios al respecto.

-Como sabes que pertenece ahí Tess?- interrogó la rubia.

- Una amiga me lo había dicho- respondió la niña con inocencia

-Y podemos saber que amiga era?-

-Ummm...recuerdo que su nombre era con H pero no se exactamente...- intentó recordar más de aquella persona -me contaba relatos sobre esa espada y fue una de mis primeras amigas antes de...-

-Antes de que Tess?- indagó Hipo

La pequeña trató de recordar más. Abrió mucho los ojos y luego todo se le tornó borroso, cayendo en brazos de la rubia.

-TESSA!- gritó Astrid.

La sacudió un par de veces para que reaccionara pero fue inútil. La chica empezó a hiperventilar y sintió un fuerte dolor en el pecho, haciendo que se mareara. Estaba realmente asustada por aquella pequeña y cuando quiso dejarse caer, el castaño la sujetó por detrás.

-Astrid, tranquila- susurró el chico -respira profundo-

La rubia obedeció y empezó a calmarse un poco. Después de que Hipo verificara que la chica se encontrara bien, alzó a la castaña clara en brazos. Luego dirigió su mirada a la rubia.

-Debemos volver a casa y mañana iremos al claro.

-Hipo, el congreso de profesores era hoy, perderemos el año si faltamos de esta manera- recalcó la chica

-Un cuerno con eso! De igual manera no voy a pasar!- chilló el chico

-No con esa actitud- contestó ella -mira, quiero resolver esa maldición tanto como tú pero también quiero que seas alguien que no se dedique a propinar golpes...-

El castaño suspiró. Debía conservar la calma y enfocarse en lo que ahora era verdaderamente importante: Tessa.
Montaron a la Nadder y alzaron vuelo hasta la casa. Al llegar; Elder, Estoico, Kalene y Leia los esperaban a fuera. Los mayores tenían una clara expresión de molestia.

-Creí que sólo investigarían- exclamó Elder

Los jóvenes no dijeron nada. Bajaron y la expresión de todos cambió al ver a la pequeña en brazos de Hipo. El muchacho pasó a la sala y la acostó en el sillón. La rubia le pidió a Leia que le trajera un paño humedecido en agua tibia.

-Y esa niña?- preguntó Estoico -No me digas que...-

-No papá! No es lo que piensas- atacó el castaño -La encontramos en el bosque y estaba perdida así que la cuidamos por cuenta propia-

-Y qué le pasó?- indagó el padre

-No lo sabemos. Trató de recordar algo y parece que se desmayó con ese recuerdo...-

Elder, quien iba pasando, notó la funda en la espalda de Hipo.

-Oye Hipo, y esa funda?-

-Oh...la encontré mientras investigando una cueva- contestó sin darle mucha importancia.

El chico no había quitado su mirada de la pequeña. Solo pensaba en que debía estar bien.

-Y cómo se llama?- preguntó Estoico

-Oh...Tessa...Astrid lo escogió-

Elder y el padre del castaño quedaron impactados ante tal respuesta. Habían puesto en duda si realmente la habían encontrado en el bosque.

-Hipo aquí esta el paño- anunció la rubia mientras entraba a la sala

El chico lo colocó en la frente de la pequeña y comenzaron a esperar. Pasaron unas horas, mientras Leia servía té. El castaño mantenía abrazada a la rubia, para que estuviera calmada. Elder y Estoico, por su parte, esperaban también a que la pequeña despertara.

¿Es él o es ella?: El claro del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora