|Domingo 15 de Enero|
Capítulo III: La casa del terror.
Durante el vuelo, tres sentimientos rondaban por mi cuerpo.
1) Desesperación: ¿Cuándo llegamos? Quiero bajarme. La cabeza me da vueltas.
2) Enfado: Un idiota está poniendome los pelos de punta.
3) Dolor de culo: Literalmente, me dolía el culo. El asiento era muy incómodo.
—Jared. —intenté captar su atención puesta en la revista Playboy que había pedido a la azafata.—Hace treinta minutos que el niño de atrás está pateándome el asiento. —susurré y creo que él no me prestó una pizca de atención.
—Ya déjalo, June. Es solo un niño. —arrastró las palabras concentrado en su tonta y asquerosa revista.
—Tú concéntrate en que no se te pare, —rió.— yo me encargo de ésto. —aseguré dándome la vuelta.
—Señora. —la llamé. En ese momento, me di cuenta de que tenía los audífonos puestos así que la removí un poco para captar su atención.—Señora. —por segunda vez.
—¿Y tú que quieres? —habló de forma abrupta, quitándose los audífonos.
—Am... —tragué saliva. Recorrí mis ojos por toda su piel destapada; excepto por los pechos, sus brazos y cuello -quizás sus piernas- estaban llenos de tatuajes extraños e indescifrables. Me causó calosfríos. —¿Puede decirle a su hijo que deje de patear mi asiento? Es algo molesto. —el niño tragó saliva.
Ha, mi venganza.
—Yo no he visto nada, por lo tanto mi hijo no ha hecho nada. —lo miró y luego sonrió.
Agh, madres del siglo XXI.
Me acomodé nuevamente en mi asiento cruzando mis brazos.
Resoplé.
—Tranquila, June. Ya casi llegamos. —aseguró Jared con su pierna sobre la otra, formando con la misma una "L"; aún concentrado en su estúpida revista.
Sin más remedio, guardé el libro My Wattpad Love, el cual intenté leer en el viaje pero no lo conseguí por culpa del estúpido niño.
Nota mental: Sacar el boleto con asientos VIP, lejos de niños y madres idiotas.
—Dios mio, ese vuelo se hizo eterno. —aseguré sanando mi pobre culo.
—Yo no la he pasado tan mal. —rió tomando nuestras maletas de la gran máquina.
—Idiota. —susurré y me extendió mi maleta.
—Tranquila. —me abrazó por los hombros al ver que mi respiración se hacía cada vez más corta.
—Jared tengo miedo. —lo miré.
—Mamá no nos vendrá a buscar. —fruncí el ceño.
—¿Qué? —no entendía absolutamente nada.
—Mira. —señaló a un hombre alto y de jeans, con una hoja blanca que decía "Parker".
—¿Y ese quién es? —cada vez nos acercábamos más.
—Hola. —sonrió ante el hombre.— soy Jared y ella es mi hermana, June. Ambos somos Parker. —bajé la vista al cartel pero luego la subí. El tipo lucía bastante guapo. Se notaba su nacionalidad británica. Su pelo corto lo hacía lucir importante, junto a sus ojos claros. Los bellos de su rostro, resaltaban con su notable piel bronceada.
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Breve o Eterno
Teen Fiction¿Cuán largo puede ser el camino del amor? June Parker, quinceañera apasionada escritora de lo eterno, de lo que dura para siempre... del amor. Sean Lincoln, con veinte años de soltero, piensa que el verdadero amor solo existe en sus libros, sigue e...