Finales?

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L: claro que no iré –dijo molesta-

T: anda Lauren, no seas así -rogaba-

L: no me voy a prestar a eso –dijo tirándose en la cama-

T: te necesito Lauren –rogó tirándose a la cama también-

L: es una maldita locura –giró su cabeza para mirar a los ojos azules de Tiffany-

T: quizá es mi oportunidad –dijo con pesadez-

L: aaah claro –dijo molesta- siempre es tu maldito interés sin importar lo que los otros quieran –le recriminó-

T: no es eso –dijo rápidamente- es sólo que no quiero ir sola a la cena y tú eres lo más cercano que tengo –dijo como estrategia-

L: aaah si, es eso solamente es eso –dijo sentándose en la cama- soy solo una opción –dijo cansada de la discusión-

T: claro que no –dijo sabiendo que si tocaba los sentimientos de la chica de ojos verdes esta sin duda alguna aceptaría-

L: lo acabas de decir –dijo mirándola nuevamente a los ojos- y de ninguna manera aceptaré ir allí y ver como literalmente mueres de amor por tu adorada Santanita –dijo con fastidio-

T: eso no será así, ya lo verás –dijo reconfortándola-

L: pero si tú misma lo acabas de decir, quizá está es tu oportunidad –recalcó-

T: sí –confirmó- quizá es mi oportunidad de confirmar mis sentimientos, saber si la quiero o ya se quedó solamente en un recuerdo –dijo mientras pasaba su fina mano por la mejilla de la chica de ojos verdes-

L: entonces necesitas eso?

T: sólo es una cena y nada más pero si no hay modo de que vayas pues no insistiré más

L: no –dijo rápidamente- podemos ir –dijo cayendo ante sus palabras y gestos cariñosos-

T: no Lauren –dijo fingiendo resignación- no te veas obligada, cancelaré y ya –dijo levantándose de la cama- le diré a Santana que mi pareja no puede ir y ya

L: espera –dijo alcanzándola- vamos, claro que iremos

T: en serio?

L: claro que sí –dijo con una gran sonrisa-

Lauren seguía siendo la chica enamorada de Tiffany, la cual sólo la utilizaba como compañía. Lauren seguía siendo aquella chica que odiaba al mundo pero no podía dejar de ser buena con Tiffany, seguía siendo la persona que quería cambiar para ofrecerle algo mejor a la rubia.

Q: y entonces que es lo que querías decirme? –preguntó recostándose en el sofá mientras el niño jugaba en la otra habitación-

R: bueno yo me pre-g-gu-n-taba –tartamudeaba- ya que to-ood- o –decía jugando con sus manos debido al nerviosismo que tenía encima- ha cambi –a-do –luchaba con sus palabras-

Q: que ocurre Rach –dijo riendo ante el nerviosismo que carcomía a la castaña-porque tan nerviosa?

R: es complicado –dijo riendo de los nervios también- yo sólo me preguntaba que quizá –dudó un poco de lo que iba a decir-

Q: vamos dilo ya –dijo tomando sus manos para tranquilizarla-

R: yo sólo qui-er-r-ro saber si quiz-á tú y el pe-e-que-ño podrían mudarse a mi casa –dijo finalmente venciendo su temor- o yo podría mu-da-darme aquí –dijo siendo nuevamente traicionada por sus malditos nervios-

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora