Capítulo 5.- De vez en cuando está bien ser una zorra.

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A la mañana siguiente Max despertó temprano y solo se quedó sentado sobre la cama, mirando como Ezra dormía. Max se sentía un poco culpable, por lo de la noche. Se sentía culpable porque había tenido sexo con Ezra y este se encontraba en un estado bajo el alcohol y lo hacía sentir mal. Otra cosa fue el hecho de que Max había estado por primera vez como el mismo teniendo sexo, Max siempre había tenido sexo como mujer, pero nunca como hombre, en ese momento Max sonrío por haber tenido sexo como hombre. Y en ese momento se dijo a sí mismo "El tímido Max se irá".

Ezra se despertó y se quedó acostado boca abajo unos minutos, Max no prestó atención y siguió sumergido en sus pensamientos a hasta que Ezra hablo.

-¿Podrías ayudarme a sentarme?

-Hazlo tú solo.

-Es que... no puedo.

-¿Cómo que no puedes?

-Me duele mucho.

-¿Eras...? ¿Eras virgen Ezra?

-Sí. -Max se levantó y ayudó a Ezra a sentarse.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-Estaba un poco ebrio, pero sabía lo que hacía y lo que quería.

-Bueno... para eso ya no hay marcha atrás, lo hecho está hecho.

-¿Cuándo lo volveremos a repetir?

-¿Repetir que?

-Lo de anoche.

-¿Quieres más sexo?

-No... Bueno si, pero me refería a lo de ser mujeres.

-No lo sé, sería cuestión de buscar algún día y volver a hacerlo.

Max y Ezra se alistaron para ir a la clase que tendrían con Miss CoCo, era una muy buena clase drama, sobre todo porque Max amaba el drama. Ezra caminaba un poco raro, era obvio Max había desvirgado a Ezra, Max pensaba que él ya no era virgen, porque no ocupo nada de dilatación, pero para ser verdad Max lo había disfrutado mucho y lo quería repetir.

Por la noche Max se alistó y decidió volver al bar donde había conocido a Iain, tal vez ahí lo podría encontrarlo. Max llegó a aquel bar y se sentó en el mismo lugar en el que se había sentado la primera vez y sin pensarlo pidió un cosmo. Cuando el joven le dio su bebida y le dio un trago, escucho una voz.

-No que los cosmos eran bebidas para zorras. -Max volteo y contestó.

-De vez en cuando está bien ser una zorra ¿o tu qué piensas Iain?

-Yo pienso que tienes toda la razón.

-Max.

-Es un placer Max.

Iain y Max se sentaron en una mesa alejada, Iain le contó a Max a que se dedicaba, era dueño de una revista de modas muy famosa, y que viajaba mucho, pero que se encontraba de vacaciones disfrutando un poco de su tiempo libre.

-Aquel día que te conocí ¿Por qué estabas ebrio?

-oh, aquel día era mi cumpleaños tuve un pelea con mi pareja terminamos y llegue a este lugar y termine embriagándome.

-Ese fue un cumpleaños muy triste.

-No lo fue del todo, Ese día te conocí y supe que eres un chico, no por tus facciones si no porque tu peluca estaba un poco suelta y pude ver tu real cabello.

-Estúpido pegamento.

-Si no hubiera observado ese detalle, habría jurado que eras mujer. Recuerdo haberte dado una tarjeta.

-Oh, entre tantas bolsas que tengo no sé dónde la abre dejado.

-¿Por qué te vistes de mujer Max?

-Cuando soy una mujer, soy diferente... definitivamente me encanta ser un hombre, pero cuando soy una mujer puedo hacer cosas diferentes, tengo más valor de hacer cosas que yo como hombre no haría.

-Entiendo.

-Debo irme ya es algo tarde.

-¿Puedo llevarte?

-Es un lindo detalle, pero vengo en mi auto.

-Espero verte nuevamente Max.

-Tengo tu tarjeta.

Y con eso Max se marchó del bar, subió a su auto y supo que ya tenía en sus manos a otra víctima y estaba vez no esperaría tanto para terminar con su vida. Max subió directo al cuarto se quitó aquellas zapatillas, se desnudó y tomó desmaquillante que pasó por todo su rostro. Max pensaba cual sería la forma más fácil y sencilla de asesinar a Iain, claro que haría todo lo posible por seducirlo, busco en varias de sus bolsas y encontró la tarjeta que Iain le había dado, Max tomo su celular y le envió un mensaje de texto.

"Gracias por la linda velada que pasamos juntos, espero y pronto se vuelva a repetir. -Con cariño Max xX.

Max continuó con su rutina de desmaquillaje, acomodo la ropa que había usado y recogió la ropa que habían utilizado la noche anterior, la puso en su lugar ahí fue cuando escuchó el vibrar de su celular.

"Estoy muy ansioso por volverte a ver, por cierto tus piernas hoy me provocaron algo que no pude controlar"

Max cogió su celular y caminó hacia su cuarto, se tumbó en la cama y contestó aquel mensaje tan lleno de lujuria.

"¿Y qué fue lo que te provocaron mis piernas? Claro... si se puede saber."

Y los mensajes fueron llegando con más rapidez.

"Solo diré que estoy acostado en mi cama, semidesnudo y solo estoy contestado con una mano, los mensajes."

"pero qué atrevimiento de tu parte, que te estés tocando, pensando en mis piernas"

"Es que se miraban tan lindas, me hubiera gustado poder acariciarlas"

"Max envió una foto *Una foto de sus piernas*

"Por dios, son tan excitantes *Iain envió una foto de su mano sobre su bulto*"

"Eso es demasiado, creo que iré a dormir"

"No, podríamos hacer un poco de sexting"

Max leyó el mensaje, no sabía qué hacer, quería intentar cosas nuevas pero sexting eso era demasiado, lo pensó por unos minutos, hasta que el sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos, era Iain quien le estaba llamando, muy nervioso contestó.

-¿Por qué no contestas mi mensaje?

-Es que no sé qué decir.

-Juguemos un poco, prometo que te divertirás y más que nada lo disfrutaras.

Después de unos 15 minutos de hablar de manera caliente por teléfono, Max por un momento se sintió como una chica de alguna hot line. Iain había terminado su voz en aquella llamada fue muy gruesa y muy, pero muy entrecortada, por el aire que le hacía falta, Max se sentía sucio, pero al mismo tiempo bien. Cuando terminó la llamada, Max se dijo así mismo que en unas semanas trataría de asesinar a Iain, necesitaba ver sangre, ver como un hombre millonario moría, ese era su máximo placer.


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