Bad Boy. {G-Dragon y tú} [editando.]

Te fastidias.

HDJDICJDEOFNSJDNS ME ENCANTA EL GIF QUE PUSE EN GALERIA DIOOOOOOOOS.

lo siento, si no lo ponía moría:(

Capítulo 21.

Había bebido demasiado. El local empezaba a dar vueltas y no soportaba a Ji Yong ni un... NI UN SEGUNDO MÁS EN SERIO. Controlándome como si fuera mi padre ahora.

-¿No deberías dejar de beber?-Me preguntó Ji Yong saliendo del bar.

Estaba fuera para beberme allí mi copa. Pero el me perseguía como un perro.

-¿Y tu no deberías follarme?-Solté.

Abrió los ojos de par en par. Mierda. Mierda dime que haya entendido que me gustan los unicornios azules o me caigo aquí del disgusto. ¿Para que beberé joder? Si luego suelto gilipolleces. Eh,eh,eh, tú, cabeza. ¿Si? No te pases que follar no es una gilipollez ¿vale? PERO DECIRLO, DE ESA MANERA, SI. Pero porque estoy feliz, déjame. Además debería follar ya ¿No? Eso sucede ¿sabes? No se piensa así porque si....

¿Se puede saber que mierda hago hablándole a mi cabeza? Yo te puedo contestar. Porque estás loca. Vaya, gracias.

-Dime que eso no salió de tu boca.

Ahora dile que no, si tienes cojones... ¡Borracha!

-Creo que si.-Tiré de su chaqueta y lo acerqué todo lo que pude a mi.

-Ni tú ni Taeyang cuando bebéis me dejáis a mi beber en paz.

-Sh...-Susurré mirando sus labios.

-Cariño, si a mi me encantaría.-Sujetó mi cintura.-Pero es que me estaría aprovechando de ti, porque estás ebria.

-¿Y qué? ¡Aprovéchate!

-Mejor no. Ya otro día.-Me besó la frente.

Avisó a los demás de que nos íbamos a su casa. Cuando llegamos me senté en el sofá y me crucé de brazos dejando ver que estaba cabreada.

-¿Que pasó? -Sonrió.

-Tan chico malo que eres y no me lo quieres mostrar.

-Ya te enseñaré mi parte mala cuando estemos en la cama reina.-Se sentó a mi lado.

-Ahora puedes perfectamente.

-Compréndeme.-Me apretó una mano.-Yo quiero, pero si estás ebria, no. Porque no se si quieres de verdad, o solo porque has bebido más de la cuenta... ¿Lo entiendes no?

-¡Pues no lo entiendo!-Me levanté cabreada.-¡Me voy a dormir!

-Tienes el pijama sobre la mesa de mi cuarto.-Contestó de una forma dulce.

-¡Vale!

-¿Quieres que duerma contigo?

-¡Que te den!-Grité antes de cerrar la puerta de su habitación.