CAPITULO 8

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Estuvimos hablando durante un buen rato hasta que sonó la sirena de cambio de clase.

-En fin, creo que aquí nos tenemos que separar.

-Claro, nos vemos luego, ¿vamos juntos a casa?-me pregunta Marc sonriéndome.

-Por supuesto, quedamos en la entrada.

Me dirijo a la siguiente clase, Biología.

-¡Ey Sophie! ¿Dónde estabas?- me pregunta mi amiga Marta entrando conmigo a clase.

-Estaba con Marc, ya te dije quién es, ¿verdad?

-Sí, claro, parece un buen partido, ¿eh? -me responde guiñándome un ojo.

-Supongo... no está mal-entramos riendo a clase y nos sentamos en nuestros respectivos sitios.

Espero que la clase acabe pronto...odio Biología, es más, me pongo a dibujar para distraerme de la clase hasta que toque el timbre.

Una hora después y una libreta más llena de dibujos salimos a nuestras casas, no hay más clase por hoy.

Me encuentro a Marc esperándome en la entrada del instituto.

-¿Vamos?

-Por supuesto.

-Y...oye Sophie..., ¿tienes novio o algo por el estilo?

-Qué va, no creo estar hecha para eso,-le digo riendo.

-Genial...-, susurra. 

-¿Y tú?

-Yo igual, soltero, aunque hay una chica que conocí en el instituto que... me gusta un poco... un poco bastante.

-Oh, ¿así que una chica eh?-, le digo dándole un pequeño golpe en el brazo y guiñándole un ojo,- ¿y me podrias decir cómo se llama?-, pongo ojitos de cordero.

-No, es un secreto.

-Jo... Vaya... bueno, si al menos te puedo ayudar en algo para conquistar a tu chica misteriosa, no dudes en decírmelo- y dicho esto llegamos al edificio.

-Bueno Sophie, nos vemos mañana-nos despedimos con dos besos en las mejillas.

-Claro, adiós.

Entro en casa y voy directa a la cocina, estoy muerta de hambre. Abro la nevera y me saco macarrones que sobraron de hace un par de días y me los como. Una vez acabo voy a mi habitación y me encierro con la música a todo volumen. Decido ponerme cómoda así que busco el pijama mientras me desvisto.

-¡Sophie! ¡quieres bajar la estúpida música! Aquí no hay quien se concentre-, entra a gritos David a mi habitación.

-¡Espera no entr...- me cubro rápido como puedo y David cierra la puerta de golpe.

-Podrías avisar de que estás así.

-Podrías llamar antes de entrar-, le grito desde el otro lado de la puerta,- Y perdona pero esta música no es estúpida, es arte-le respondo subiendo aún más el volumen de la música.

-Lo que digas, pero como no lo bajes mueres.

-¡Já! No te queda nada.

Una vez acabo la frase abre la puerta de golpe y se abalanza sobre mí, cogiéndome en brazos y tirándome encima de la cama, haciéndome cosquillas.

-¡Pa...para! ¡No aguanto más!

-No, no... hasta que no bajes la música no.

-Está bien, ya la bajo. ¡Pero para y deja que me vista!

Una vez me suelta hago el amago de apagar la música y me avalanzo sobre él, tirándolo.

-¡Ajá! ¿Ahora quién gana eh?

-¡So...Sophie! Como no pares te arrepentirás-, me dice removiéndose entre risas.

-No puedes hacerme nada-, le digo triunfante.

Me coge de la muñeca inesperadamente y se vuelve a situar encima de mí. 

-¡No es justo! Tú eres mas fuerte-le digo mientras intento salirme de su agarre entre risas.

-Te he avisado, ahora te arrepentirás-mientras me dice eso se acerca hasta mi cuello y me empieza a lamer.

-¡Serás guarro! ¡Déjame!

-No no, y ahora te dejaré una marca personal-me dice con una encantadora sonrisa maliciosa.

Se acerca a mi cuello y me hace un chupetón.

-¡Suelta!- consigo librarme de su agarre y me acerco a su cuello abrazándolo para que no se escape,- Ahora es mi turno.

Entre hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora