Para él, lo que sus labios rozaban no era otra cosa más que carne dura, algo que realmente odiaba y no podría esperar por quitar. El moreno delante suyo tenía los ojos realmente abiertos, mientras se encargaba de poner su mejor cara de sorpresa y asco al estilo teme cacatúa, lo que en sí no comprendía era el por qué no se retiraba.
Claro, él pudo haberlo hecho antes de que el choque ocurriera, pero se encontraba contra la pared cuando Sasuke lo empujó para atrás. La única forma pacífica que podía suceder era que él moreno se desistiera por dejar de untar su carne dura contra sus labios. Cosa que parecía no ocurrir hasta dentro de un rato. Lo miraba molesto, mientras que el moreno solo podía quedarse sorprendido.
-Ustedes esta... –miró por el rabino del ojo a su profesor de historia. El cigarrillo se le había caído de la boca al mismo tiempo en que la pastosa de la tipa pelirroja daba un grito de dolor. Logró divisar a Gaara detrás de Sasuke, con una expresión que podría significar cualquier cosa menos emoción.
Estaba confundido, muy confundido y fastidiado por lo que ocurría. Primero lo consideraban gay, después lograba desmentirlo y ahora el teme se atrevía a juntar sus labios. Ni siquiera era un beso real, pero los chismes se expandirían contando todo con lujo de exageración, por lo que no se molestó en pedir perdón después de empujar a Sasuke lo más lejos posible de él.
Sasuke sintió como las manos de Naruto se apoyaban en su pecho y con un golpe potente era lanzado para atrás, quitándole la respiración temporalmente. Cayó contra Gaara y este se vino abajo, por lo que cuando ya pudo recibir el oxígeno suficiente y recobrar los sentidos, no previno que la mano de Naruto se encontraba a pocos centímetros de su cara.
Plash.
No fue su golpe más potente, pero aun así había sido capaz de abrirle la piel de la mejilla y que un poco de sangre brotara.
-Eres un hijo de puta –murmuró, y luego empujó a un costado mientras levantaba a Gaara que aún seguía debajo de Sasuke.
Gaara fue jalado con fuerza, y solo bastó una mirada de Naruto para que los alumnos se le hicieran un espacio para pasar libre. Hasta el profesor se había hecho a un lado. Naruto estaba molesto, pero no ese tipo de molesto que tenía siempre todas las mañanas, oh no, si por él fuera cometería un homicidio a nivel escala en toda la escuela.
Por su parte, Gaara prefirió no decir nada mientras era arrastrado lejos de la escuela, no quería hacer algo que después el rubio enfadara y se molestara con él. Ambos avanzaron hasta el estacionamiento, y se acercaron a las motos que el día anterior Naruto le había mostrado. Estaba seguro que Iruka y Kakashi le llevarían la moto a la escuela, y como él siempre tenía las llaves podía huir cuando quisiera.
Esa mañana empezó a buscarlas sin decirle a nadie, suerte que las encontró en la mochila de Itachi.
-Ponte el casco –le gruñó al oji-aguamarina, quien lo cumplió sin chistar. Él no quería ponérselo, por lo que se montó así sin más en la moto y la encendió.
-¿A dónde vamos? –murmuró Gaara mientras Naruto encendía la moto.
-Lejos, muy lejos de aquí.
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Su mejilla le ardía, pero no más que la espalda al momento de caer sobre el pelirrojo. Cuando el rubio decidió irse así sin más del gran círculo, los alumnos quedaron completamente paralizados. Y escribo paralizados porque ni siquiera parecían tener la fuerza suficiente como para respirar correctamente. Hace un momento, hace tan solo un momento habían visto como era el Naruto real en una situación cotidiana.
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Buscado por amar
Fanfiction(Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) Siempre fue tratado como un ser sin corazón. Desde su más reciente vasallo hasta sus altos mandos, todos creían que tarde o tempr...