PARTE VEINTICINCO

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—Tranquilo N, aún no me dejas explicarte bien y deja de gritarme.

Me levanté del sillón y fui a la cocina por un poco de agua para los dos. Estábamos solos en el departamento mientras que los demás se encargaron de ir a comprar la cena cortesía de Mink y su tarjeta sin límite de crédito.

Regresé y N ya estaba fumando con demasiado apuro.

—Te dará cáncer de pulmón si no dejas eso.

—Si no es que antes me da un paro cardíaco con todo lo que pasa Binnie.

Chupó una gran bocanada que llenó de humo la estancia. Tosí en señal de desagrado y me gané una mueca de enojo de su parte.

—Apresura tu historia, los chicos no han de tardar en llegar.

Tomé del agua en el vaso y me refresque la mente.

— ¿Por donde comienzo? —le dediqué una inocente mirada, pero sólo logré que me diera un manotazo.

—Comienza por el día que Leo dejó de presentarse ante ti como el duro del grupo.

— ¿Te refieres a cuando me besó? No fue gran cosa, consideralo un beso con el que posteriormente se dio valor para declarase el día que me leyó el contrato.

N dio un fuerte suspiro y movió la cabeza en señal de desaprobación.

— ¿Por qué me lo ocultaste? El beso, la declaración, los celos, tu virginidad... creí que confiarías en mi —se veía muy afligido por lo que decidí contarle todo.

—Eres el único que sabe lo que ha pasado, lamento haber ocultado algunas cosas, en verdad iba a decirlas en cuanto la oportunidad se me presentase y como sabes, estuve con la cabeza metida en otros asuntos. Déjame contarte lo que pasó, eres el único en el que puedo confiar.

Su expresión cambió suavizando la mirada. Me sonrió.

—Está bien Bin, te creo.

Le sonreí como yo sabía hacerlo.

—La primera noche que salí con Mink, nos besamos y me tocó un poco, pero se detuvo y me trajo a casa. Esa noche ustedes salieron mientras que yo me metí a bañar, cuando salí me fui a cambiar, pero en el cuarto estaba Leo escuchando música, parecía que dormía así que sin molestarlo, hice mis cosas y cuando estaba por salir, su voz me pidió quedarme para arreglar las cosas. Todos se dieron cuenta que esa mañana estaba molesto conmigo y fue por que en la noche que regresamos me dio un beso y más tarde, me llevó a la terraza para leer el contrato y ahí fue cuando se confesó, me dio mucho miedo saber que estaba llevando el asunto muy enserio y por tal motivo salí corriendo, dejándolo ahí solo con sus sentimientos. Ambas cosas pasaron tan rápido y fue tan sorprendente para mi saber que le gustaba a Leo cuando siempre me trató como un amigo y compañero de trabajo. No supe qué pensar, todas mis emociones se encontraban dispersas en mi mente por lo que tomé a la ligera lo que pasó con él. Pero bueno, en ese momento que me solicitó arreglar las cosas nos sentamos en la cama y me pidió, no, me exigió que le dijera si no había pasado algo más con Mink. N sabes que no soy ninguna señorita para que me estuviera celando como si fuera su propiedad. Me molesté y le confesé que nos besamos con mucha pasión y eso lo enojó. Me jalo del brazo hacia él y me acostó en la cama, me comenzó a besar y a tocar, al principio me sentía muy enojado pero el calor de su cercanía bajó todas mis defensas y solo deseaba que me siguiera tocando.

N sacó otro cigarro y lo prendió con apuro. Tenía los ojos abiertos en señal de sorpresa.
Le volví a sonreír y me correspondió con nerviosismo.

—Y así fue, me siguió tocando hasta que terminamos desnudos y al final tuvimos relaciones perdiendo yo mi virginidad con él esa noche. Me dejé llevar, necesitaba sentir un poco de cariño y Leo me lo dio. Me gustó, lo disfruté y no me arrepiento. Se comportó muy bien en ese momento aunque ahora pienso que quiso marcar su territorio antes de que alguno de los inversionistas le quitara ese "derecho" que ya me había dicho que quería cuando se confesó.

Los ojos de N se mantuvieron fijos en mi, no mostraban ninguna reacción, solo me observaban.

Fumó de su cigarro y el humo me lo aventó a la cara haciéndome toser. Agite las manos en el aire para disipar el olor y en ese momento, N me soltó un ligero puñetazo en el hombro.

—¡¡¡Demonios Hongbin!!! Taek Woon está completamente enamorado de ti y tu no vengas con el cuento de que querías que te quitaran ese peso de encima —volvió a lanzarme un golpe pero ésta vez en la cabeza. Ese sí me dolió.

Me estaba sobando ambos golpes cuando agregó.

—Le estas haciendo mucho daño a mi amigo al ser tan frío e indiferente hacia su forma de mostrarte su amor. Sabes como es, es retraído y muy pocas veces deja ver ese lado de él y a ti te mostró TODO... eres un idiota.

Aplastó el cigarro de su mano en el cenicero y tomó el agua de un trago. Se veía que estaba muy enojado, no lo miré hasta que volvió a hablar.

—¿Qué es lo que en verdad sientes de todo ésto? Sé lo mas específico que puedas.

Nuevamente prendió otro cigarro apurando las fumadas.

Respiré hondo. ¿Qué es lo que en verdad siento? ¿Seré capaz de expresar mis sentimientos y miedos? Debía intentarlo, nada perdía.

Pensé varios minutos imaginándome diferentes escenarios y tratando de sentir lo que cada uno me provocaría.

Al final llegué a una conclusión.

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FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora