Seguí caminando y el sendero se cruzó con el de mi lobo feroz por un momento; lo aproveché para sentarme a su lado y revelarle algo mío, algo secreto, algo que nunca le había revelado a alguien más...
Me quité la caperusa, para que pudiera verme claramente, como lo que realmente soy, no como "caperucita roja".-No soy caperucita roja- le dije y me quité la caperusa - Soy un príncipe que viste una capa rojo carmesí, un príncipe al que todos ven como una dulce joven... Lo siento.
Entonces sucedió lo que menos me esperaba: el lobo me mordió... Y se internó en el bosque.
Lo vi alejarse de mi, me enfureci con él, con su traición, con su mordida... Lloré amargamente su pérdida, languideció mi corazón largo tiempo, y entonces me levanté, tiré la caperusa al suelo, levanté la vista para caminar con la frente en alto y seguí adelante. Como el príncipe que fui todo este tiempo, como el príncipe que debí mostrarle al mundo que era, como el príncipe que alguna vez... Fue caperucita.