Capitulo 13

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La semana pasó a toda velocidad. Luke no apareció por la casa y Taylor tampoco. 

El lunes por la mañana, Lucy no se levantó para desayunar. Selena le llevó una bandeja, preocupada porque estaba muy pálida.

-Sólo estoy un poco mareada, no es nada. Me quedaré un rato en la cama y enseguida se me pasará. En serio. Las niñas estarán aquí por si necesito algo.

-Será mejor que me llames si necesitas algo Lu -sugirió Selena.

Lucy sonrió. Pero Selena notó algo raro. Su corazón latía con tanta fuerza que casi podía mover el camisón. Las náuseas y un latido errático del corazón eran síntomas preocupantes. Su abuelo había muerto de un infarto y ella sabía bien cómo empezaba.

No le dijo nada, pero se detuvo en casa de Luke antes de ir a trabajar.

Él estaba en su estudio, hablando con un ganadero, pero cuando la vio se disculpó amablemente y salió al pasillo.

-No podías aguantar más, ¿eh? ¿Has venido a disculparte?
-¿Perdona?
-Ya era hora. Pero hoy estoy ocupado, lo siento. Deberías haber elegido mejor momento.

-Luke, tengo que hablar contigo...
-¿Antes de ir a trabajar?
-Sí, antes de ir a trabajar -suspiró Selena, irritada.
-Ahora mismo no puedo...
-¡Luke, tengo que decirte algo!
-No me gusta tratarte como a una enemiga, pero tampoco me gusta cómo le hablaste a Bella. Cuando pidas disculpas...

-¡No vengo a disculparme por nada! ¡Y menos con esa... rubia!
-No me gusta que hables así de ella.
-Me importa un rábano...
-Bella está conmigo, tú no puedes estarlo -la interrumpió Luke-. Yo necesito algo más que un apretón de manos al final del día. Y eso es lo único que tú podrías darme- Selena se preguntó de qué demonios estaba hablando. Pero no tenía tiempo para resolver enigmas.

-Mira, no he venido aquí para hablar de Bella.
-No pienso dejar de salir con ella -continuó él, como si no la hubiera oído-. Y yendo detrás de mí no vas a conseguir nada. No vuelvas a hacerlo. 

-¡LUKE!

-Vete a trabajar -dijo él, entrando en su estudio y cerrando la puerta.

Selena se quedó boquiabierta. No entendía cómo podía aquel hombre ser tan arrogante, tan idiota, tan engreído, tan...

Muy bien, sé iría a trabajar. Pero luego volvería para hablar con él. Y entonces tendría que escucharla, quisiera o no.

Entró en casa cuando salió de trabajar, cansada y desanimada. Aunque, con un poco de suerte, Lucy se encontraría mejor.

-Selly, ¿eres tú? -la llamó una de las niñas desde el piso de arriba-. ¡Sube, deprisa!

Selena subió los escalones de dos en dos. Lucy estaba en la cama, respirando con dificultad, gimiendo de dolor. Tenía la piel de color gris y estaba sudando copiosamente.

Amnesia |l.h • s.g|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora