El juego

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Yo estaba cursando cuarto básico en el colegio santas vírgenes de maría, en el que solo asistían niñas al establecimiento, pero para mi no era un problema, es más, era una de las chicas más populares de mi pasillo, tenía muchas amistades, conocía mucha gente y nunca me faltaba compañía.  El colegio me gustaba mucho, pero no diré lo mismo del nombre del colegio, es un nombre tan raro y religioso que hacia que cada vez que lo nombrara me recordara a un cementerio, de hecho no lo dejo de imaginar, es algo que me perturba y no lo puedo sacar de mi cabeza.

Desde pequeña quise ir a un colegio particular donde la educación fuera pagada pero que a la vez fuera un precio alcanzable para todos y todas, y, que además, la libre opinión de los estudiantes fuera el pilar fundamental de las decisiones de los docentes, para que así pudieran llegar a el acuerdo y por sobre todo a una mejor conclusión para la resolución de los problemas que se presentaban en el establecimiento.

cuando subí al segundo piso y  llegue al pasillo donde estaba mi sala de clases, me recibieron mis dos mejores amigas, Anaís y Rayen, que ya me estaban esperando para comenzar las clases. Nos saludamos y nos fuimos juntas hasta el salón, cuando entre por la puerta, vi a un grupo de amigos sentados en el suelo, que estaban alrededor de una tabla, se me hacia que era un juego malo, pero ignore por completo a mis compañeros, así que entre para ir a dejar mis cosas, pero al verme entrar maxi, mi compañero y "lider" del curso me dijo

_¿Crees en los fantasmas? . yo fui honesta al responder y le dije que si, pero no sabía que me dirigía a un camino malo, largo y oscuro que era muy peligroso.

-¡siéntate junto a mi! .me dijo un compañero.

me sente sin entender que estabamos haciendo, así que le pregunte a mi amigo matias que estaba sentado a mi lado que era lo que pasaba, pero no me respondio, en ese momento maxi acomodaba algunas cosas, y al finalizar me explico:

-mira tu lo que tinenes que hacer es tomar de las manos a los dos compañeros que tienes a tu lado, cerrar los ojos y no abrirlos hasta que yo te diga.

-¿algo mas?

-No

-y ¿Que pasa si miro la tabla o si ya no quiero seguir jugando?

-Bueno en ese caso tu sabes si arriesgarte a mirar o no, pero tienes que saber que, si ya entrarte al juego, no puedes salir...

impactada de la situacion a la que me enfrentaba, yo me sente, cerre los ojos y segui las instrucciones. Ya todos con las manos tomadas del compañero de al lado, comenzamos el juego.


-para jugar este juego, "la ouija", se necesita seriedad y un ambiente tranquilo. porfavor discresión.

-¿Que pasa allá dentro? murmuraban compañeros fuera de la sala.

-No lo se pero parece ser un juego, creo que es la ouija...

-¿la ouija?,  ¿han dicho la ouija?

hubo un silencio y comenzamos...


El juego del tablón malditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora