Capitulo 2: El Comienzo parte 2

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Zack se encontraba, en su habitación, había montones de papeles, un escritorio con 3 computadoras encendidas cada una mostraba algo diferente, cerca del escritorio estaba una silla de esas que los empresarios suelen usar en sus oficinas, detrás de la silla había una ventana y al lado de esta un librero lleno de manuales para diversas armas, y uno que otro libro que se salía del tema de las armas, entre esos libros que no eran sobre armas, se encontraba una guía sobre como reparar camionetas Chevron, libros de repostería, libros de reparación de súper autos y un grueso libro cuyo título estaba en latín, "mors et vita", lo cual literalmente significaba "la muerte y la vida", al lado contrario de la ventana, estaba una caja fuerte, bastante alta y cuyo contenido era únicamente un arma, ¿pero qué hay de especial con esa arma? Ya habrá tiempo de saber.
Zack estaba saliendo del baño, poco le importaba salir sin ninguna ropa más que su toalla, pues siempre se mantenía encerrado en su habitación, hacía poco tiempo había cumplido los 15 años, y había convertido a su ahora "mejor amigo" en su "prostituto" personal, aun así no lo había visto desde que cumplió años, él había dicho que le traería una sorpresa, pero igual a Zack le valía un reverendo carajo lo que le fuese a regalar.

-patético- Pronuncio después de encender el monitor de televisión en el canal de noticias, al ver que habían incendiado la que alguna vez fue una hermosa plaza comercial y que ahora se encontraba en llamas.
Tocaron la puerta, a lo que el chico de cabellos negros, complexión delgada y estatura baja, y con una mirada de acero, que quebraría de miedo incluso al más valiente enemigo.
-¿Quién es, y lo más importante que quiere? Tengo muchas cosas que planear estoy ocupado- mencionó con un total desinterés, y no se molestó en ocultarlo, simplemente porque se sentía molesto de recibir trabajo extra y no poder terminar de planear estrategias.
-Soy yo estúpido, y no te dirijas a mi como si tu fueras mi jefe, podre ser tu mayordomo, pero mientras estés aquí yo te mando- hablo un tanto enojado.
-Disculpa Larry- suspiro - es solo que estoy un tanto estresado, y tú sabes cuánto trabajo tengo- menciono para luego abrirle la puerta a su mayordomo, al cual quería como si fuera un padre para él, llegando a ocasiones en que lo llamaba tío, aunque a este no le molestaba ser llamado así.
-solo vine a decirte que alguien tiene una sorpresa para ti- lo miro serio, aunque por dentro ansiaba ver la sonrisa de su "sobrino" al ver la sorpresa que ese "alguien" le tenía
lo miro unos instantes como pensando si ir, o quedarse y seguir trabajando, entonces suspiro, y asintió con la cabeza, siguiendo a Larry, hacia la cochera, ya llegados a la cochera unas frías manos le vendaron los ojos
-Shhh, tranquilo, soy yo nada de espiar o me arrepentiré de darte esta sorpresa- dijo una voz cálida y tranquila, aunque por tanto estrés Zack no podía reconocer esta voz.
así que se resignó, y camino siendo jalado por este "alguien", llegaron hasta afuera y el paisaje era, bueno había un árbol, y una casa semi-destruida, pero el paisaje era lindo... digamos que al menos había pasto, de acuerdo era horrible pero al menos no había vecinos molestos cerca, las mismas manos frías quitaron la venda de los ojos de Zack, el cual no esperaba ver una ¿camioneta? Si pero no cualquier camioneta, está era especial, Nicolás había manejado por todos lados buscando la camioneta que ahora estaba frente a los ojos de Zack; y no, no es que sea especial porque él no la encontraba, si no por lo que hacía.
La camioneta tenía como principal característica, carrocería de titanio, a prueba de balas, y varias armas ocultas, entre ellas dos devastadoras metralletas, las cuales estaban situadas al frente del vehículo, y que se ocultaban en un compartimiento secreto dentro del motor, por detrás de la camioneta habían dos sierras capaces de destruir el frente de un tráiler, y encima de esta, había una, un poco desgastada, sirena policiaca, la camioneta además tenía la pintura de una patrulla tipo K-9 era color negro, y mantenía mucha similitud con las patrullas estadounidenses, lo cual no era de extrañar, pues estábamos cerca de la frontera de Nueva Canadá, con Estados Unidos.

Amor ExplosivoWhere stories live. Discover now