Capítulo 19: Vida actualizada.

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Llegó a su casa sin hambre para cenar, por lo tanto se disculpó y fue directamente a su habitación. Estaba sentado en su escritorio, repasando sus cuadernos para el instituto, cuando sonó su móvil. Supo que era el mensaje que estaba esperando de Samuel.

+Ya me voy a dormir! Descansa mucho mi pequeño. Te quieroooo. Mañana te llamaré ^^

-Estaré esperando ese llamado. Descansa. Te quiero también, y no me llames pequeño eh ¬¬

+Pero si eres mi pequeño!!

-Y tú mi grandulón.

+Jajaja, por supuesto. Ya, a dormir!! Adiós.

Le encantaba esa sonrisa que Samuel dejaba pintada en su rostro con sólo unos mensajes. Estaba llevando bien el tema del noviazgo, a su parecer. Tampoco lo extrañaba en demasía, pero Guillermo creía que se debía a lo ocupado que había estado su día. 'Espero no extrañarlo cuando esté en casa aburrido' pensó. '¿Será eso amor? ¿O tendré que extrañarlo siempre?'. Se recostó en su cama, mirando el techo, dubitativo de si sentía ganas de escribir en su libreta. Abrió el cajón del velador y sacó la carta que Samuel le había entregado en el mirador. Su corazón se aceleró cuando la tuvo en sus manos. En un impulso abrió el sobre. 'Si la leo no lo sabrá...' Se dijo. Sacó lentamente la carta que estaba doblada por la mitad. Volvió a pensarlo y se decidió por guardarla. 'Si quiere que la lea cuando él me diga, así lo haré.' Cerró los ojos unos momentos, abrazando la carta en su pecho. Recordó fugazmente todos los momentos que había tenido con Samuel. Vinieron también algunos del instituto que no había visualizado antes.

Se vio sentando en una banca del instituto con Samuel. Era el descanso después del almuerzo. Recordó que estaban riendo sin parar, pero ninguno de los dos sabía el por qué. De pronto, Samuel le dio un pequeño empujón que casi lo tira al suelo. Las risas se incrementaron. Guillermo intentó también empujarlo, pero no consiguió moverlo mucho. Se hizo el enojado. Miró al frente con el ceño fruncido y de brazos cruzados. El chico se quedó en silencio observándolo de pies a cabeza. Recordó lo nervioso que se sintió en ese momento. 'Quizás también me gustó pero nunca lo quise aceptar' pensó.

Recordó también el primer beso que se habían dado. Recordar la mirada que había puesto en él Samuel antes de besarlo, lo volvió loco en ese momento. Quiso volver a ese instante, cuando estaba frente a él llenándolo de preguntas y cuando jamás se imaginó que la respuesta de Samuel sería besarlo. Esto le estaba haciendo mal. Ahora sí comenzaba a extrañarlo.

Inmediatamente guardó la carta al fondo del cajón. Se puso el pijama y se lavó los dientes. Antes de entrar en la cama vio que eran recién las diez con treinta y como aún no tenía sueño, decidió ir hasta la habitación de Caro.

-Hola. –dijo luego de tocar la puerta para entrar- Tú me debes una conversación...

-Ajá, y tú creo que también... -Caro estaba sentada en su cama con el computador sobre sus piernas. Sonrió enormemente cuando Guillermo se acomodó a un lado de ella.

-Tú tendrás que darme menos explicaciones, o eso creo. Así que comienza tú. ¿Desde cuándo estás con Sally? –preguntó él sin recelo.

-Hace poco más de una semana, pero me flechó desde la primera vez que la vi... Nunca me había sentido así, pero no me asusté.

-¿Es por eso que cuando fuimos a acampar y los papás nos dijeron que nos iríamos a Barcelona tú te enojaste?

-Sí. Sentí que me estaban arrebatando la felicidad... Lo hablé con Sally esa misma noche, cuando me alejé de la fogata. La llamé al móvil llorando. Ella sólo se rio. No entendí por qué... Es tan tierna, Guille... Dijo que me imaginaba llorando y se moría de lo adorable que seguramente me veía...

De Azúcar Y Nieve (wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora