Capítulo 1 - No descuelgues el teléfono

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*27 de Julio de 2013, Barcelona, España.*

-Te dejamos la cena de Javi dentro del microondas. Tiene que estar en la cama a las 9. ¿Todo claro?- Me preguntó el padre mientras buscaba sus llaves por todos lados.

Me llamo Santiago, Santi para los amigos. Tengo 17 años. Soy moreno de piel, ojos marrones, pelo castaño y corto... Para ganar un poco dinero este verano me propuse hacer algún trabajito y me han llamado mis vecinos de al lado para hacer de canguro de su hijo Javier ya que ellos tenían una cena de empresa. Javier tenía 11 años así que sus padres no le han querido dejar solo.

-Sí, clarísimo.- Dije yo

-Igualmente toma, mi número de teléfono. Si tienes algún problema o alguna duda, solo llámame.

-No creo que lo necesite, pero vale, por si acaso...

-Bueno, creo que eso es todo.- Dijo la madre poniéndose una chaqueta de lentejuelas negras.

-Casi se me olvida... Santiago, pase lo que pase NO descuelgues el teléfono, bajo ningún concepto.- Me dijo el padre muy serio.

-¿El teléfono...? ¿Por qué?

-Verás...

Oí el sonido de un claxon, era el taxista que ya había llegado a buscarles.

-Da igual, tú simplemente no lo descuelgues.

-Vale.- Contesté y cerré la puerta.

Que raro... Es un teléfono... Ni que fuésemos a morir todos porque lo descuelgue. Pero... ¿por qué habrá insistido tanto...? Todo es muy extraño.

-¡Javier!

-Dime.- Contestó él soltando un gallo

-¿Jugamos al escondite?

-Vale

-Primero cuento yo y tu te escondes, ¿vale?- Dije yo

-¡Nunca me encontrarás!

-[1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 53, 54, 55, 56, 57...]

De repente noté como qué algo estaba vibrando... algo de la pared se movía... y entonces empezó a sonar un teléfono. Yo fui corriendo a cogerlo pero cuando estaba a escasos centímetros me acordé de lo que me habían dicho: No cojas el teléfono bajo ningún concepto.

-[58, 59, 60 ... 98, 99, 100] Listos o no allá voy. Javier! ¿Dónde estás?

Me recorrí la casa entera pero no encontré a Javi... O este niño era muy bueno o había desaparecido... Seguí buscándole durante 30 minutos...

-¡Javi! Me rindo, has ganado.- Dije yo con la esperanza de que apareciese... Pero nada...

La última vez que le vi fue... antes de que sonase el teléfono... ¿Y si tenía algo que ver?... Me quedé sentado al lado del teléfono un rato a ver si volvía a sonar... De repente empezó a sonar y yo me lancé a cogerlo.

-...

-¿Hola?- Dije yo

-...

Solo se oían interferencias... pero cuando me fui a quitar el teléfono de la oreja las interferencias cesaron y se escuchó un grito muy agudo... diciendo la palabra socorro... Era la voz de Javier.







No descuelgues el teléfono...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora