Taylor Caniff (cute).

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-¡No me parece justo que no me creas papá!-Le grite enfada al hombre que estaba delante mía a punto de pegarme un guantazo.

-¡Eva te he dicho que no me grites! ¡Tendrias que haber tenido mas cabeza y no hacer eso!

-¡Fue Ana papá! ¡Ella fue la que empujó a el profesor!

-No puedo creer que me estés haciendo esto.

-¿Sabes qué? Que me olvides.- Subí mi habitación, cerré la puerta con pestillo y me acosté en la cama a llorar.

Solo necesitaba a alguien en ese momento, sus abrazos, sus besos, sus no pasa nada pequeña, su voz que hacia que temblara y sobre todo... Su presencia. Al acordarme de esto empecé a llorar mas ya que mi novio estaba en Los Ángeles, en su piso. Durmiendo, allí era de noche.

Unos diez minutos después escuché el timbre, pero no le di importancia. Alguien tocó mi puerta. No contesté. Una llave abrió la cerradura. Espera... ¿Qué? Nadie salvo una persona tenía llave de esta puerta... Levanté la cabeza de la almohada. Y pude ver esa silueta que tanto me gusta en el espejo de al lado. Mirándome y con una maleta en la mano. Cerró la puerta, con pestillo, y se acostó a mi lado. Me rodeó con sus fuertes brazos atrayendome a él. Miraba a esos ojos marrones que tanto quería y por un momento toda la tristeza y enfado se fueron corriendo, para dejar que mi felicidad saliera a flote. Necesitaba el contacto de nuestros labios. Así que le mire a los labios y vi que los tenía entreabiertos. Le besé.

Nuestras respiraciones chocaban, mis labios encajaban con los de él. Nuestras lenguas jugaban entre sí y sus brazos me rodeaban por la cintura, pegandome a el y haciéndome sentir única.

-Mi amor,- me dijo - te quiero

-¿No estabas en Los Ángeles?-Le dije con otro beso.

-¡Sorpresa!- Me volvió a besar y yo toqué cada milímetro de su cara, toqué su nuca en la que con un pequeño nudo estaba atada su bandana roja, que meses antes le regalé para su cumpleaños.

-En este momento estaba pensando en lo que te necesitaba.

-Y yo en las ganas que tenía de verte, tu padre me ha explicado.

-Ya... Bueno... Te quiero Taylor. Eres lo mejor de mi vida.

-Te quiero mi niña.-Me besó.


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