Entre dos mundos [Resubiendo]

Capítulo 1: "¿Quienes son estos tipos?"

-Ajum... -bostezé.

Otro día en la clase de matemática tan aburrida como de costumbre.

Apenas podía mantener mis ojos abiertos y prestar atención al maestro. Él cual de un momento a otro, se movió de golpe.

-¡Abajo! -gritó el maestro, mirando hacia el techo. Sin duda estaba temblando ¿Era eso un terremoto? la intensidad no era normal en absoluto.

Me metí abajo de mi mesa, viendo como mis compañeros hicieron lo mismo, mientras se miraban felices diciendo "Ojala nos dejen irnos a casa y perdamos esta clase".

-Waaaaa ¿Qué es eso? -gritó una de mis compañeras, mirando hacia el techo... o lo que quedaba de el. Había una especie de gigante que había sacado el techo y nos miraba desde la altura, como si fueramos juguetes en una casa de muñecas.

Estaba realmente asustada, no paraba de tiritar ¿Qué demonios era esa cosa?

Despierta, Asuka, despierta... piensa que esto es un sueño.

Lentamente cerré los ojos, tratando de tranquilizarme cuando de pronto sentí un ruido ¡Plaf! el gigante estaba aplastando con sus dedos las mesas de mis compañeros y claramente, asesinandolos al partirles la mesa encima.

Tratando de que él no me notara, comencé a gatear, saliendo de abajo de mi mesa y quedando frente a la puerta de mi salón. Mis compañeros estaban muriendo uno a uno frente a mis ojos, realmente no podía creerlo. La bestia esa los estaba aplastando con tanta fuerza que la sangre de ellos me cayó en toda la cara y ropa.

Ya afuera del salón corrí y corrí como si no hubiese un mañana, pero el gigante me notó y rompió todas las salas a su paso para alcanzarme, mientras yo no dejaba de correr.

-Mier** -susurré entre suspiros cansados, buscando alguna forma de detener al gigante. No sabía como escapar.

No sé me ocurrió nada más que romper una compuerta con un puño (el cual claramente quedó lleno de sangre) para utilizar el extintor lanzandolo a su cara, esto me dió suficiente tiempo para escapar y esconderme nuevamente, dentro de la sala de teatro.

-Buff... -suspiré aliviada, caminando con lentitud al patio.

Tal vez me había relajado demasiado, al salir al patio me dí cuenta de que una especie de seres extraños estaban golpeando y dejando heridas a las secretarias de la escuela. El suelo café, prácticamente estaba rojo con toda la sangre.

Pensé "mi suerte esta acabada" cuando vi que uno de ellos se acercaba a mi con rápidez.

-S-Sueltame -grité empujandolo y tratando de escapar, pero él en un movimiento veloz me agarró de una pierna, haciendome caer y quedar acostada en el suelo de espalda, manchando de esa forma mi cabello con la sangre esparramada de las secretarias.

Tenía a ese extraño ser frente a mí, no sabía que hacer, no tenía ojos, simplemente una cabeza triangular de color azul y podría decir que de metal. Tenía unas manos con unas garras increíblemente afiladas, realmente era terrorífico.

-¡Ayuda! -grité desesperada, viendo que aquel extraño ser, acercó su mano a mi ojo izquierdo y comenzó a meterla en el- porfavor no... ¡Agh! ¡Agh!

Grité desesperada, realmente este dolor era incontrolable. Sentía que estaba perdiendo absolutamente toda la visión en ese ojo, pero a pesar de todo, sentía como la sangre caía de el. Eso fue lo que más me desespero.

-Ayu...da... -fue lo último que alcancé a decir, antes de que el extraño ser desapareciera de mi vista a causa de una cuchilla que le atravesó la cabeza.