Único Capítulo

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Si Park Chanyeol estaba seguro de algo, era de que estaba harto de su vida.

No sólo le iba mal en los estudios, sino que justo el día anterior su jefe había decidido que no le interesaba tenerlo de trabajador a media jornada y lo había despedido. Con muy poco tacto, cabría añadir, haciendo referencia a cuán poco interés ponía Chanyeol en su aspecto, cosa imperdonable trabajando en una de las tiendas de ropa más de moda de la ciudad. El hecho de que el chico apenas sonriera a la clientela y que actuara como si le resbalara el estar allí tampoco había pasado desapercibido por su jefe, quien, tras hacerle una lista de todas y cada una de sus faltas, lo puso de patitas en la calle, pidiéndole además que no volviera a aparecer por allí ni siquiera como cliente.

Frustrado, Chanyeol se pasó la mano por el pelo al recordarlo. Tamborileó con el boli sobre su libreta mientras fruncía el ceño y se colocaba las gruesas gafas de pasta sobre la nariz.

- Para, me estás poniendo nervioso -le susurró Jongdae, su mejor amigo, sin dejar de mirar a la pizarra.

- El que está nervioso soy yo -le contestó también en un tono bajo Chanyeol-. Si no encuentro trabajo antes de que acabe el mes, no voy a tener más opción que volver a casa de mis padres, y eso es un NO.

- No es una perspectiva muy halagüeña, pero si no te estás quieto no vas a tener que preocuparte por encontrar trabajo porque voy a matarte -siseó Jongdae.

Por toda respuesta, Chanyeol soltó un bufido, pero dejó de golpear el boli contra la libreta e intentó, por una vez, prestar atención a lo que decía el profesor para distraerse. Tras cinco minutos, descubrió que el no prestar atención el resto del curso le suponía no enterarse de lo que estaba explicando el profesor. Estaba meditando si sería prudente tirarse por la ventana (el suelo podría no estar lo suficientemente lejos como para suicidarse), cuando el profesor indicó que podían irse ya que la hora había acabado.

- Lo que te hace falta es despejarte -le aconsejó Jongdae mientras abría la puerta principal de la facultad para salir a la calle-. No puedes seguir así, no es sano -lo miró muy serio-. Te mataré al final, lo sabes.

Ante esto, Chanyeol no pudo más que soltar una carcajada.

- Ah, lo que tengo que hacer para animarte -suspiró Jongdae-. Pero en serio, búscate un hobby, haz deporte, lígate a alguna chica guapa... Lo que sea, pero pronto.

- Hace siglos que no salgo de fiesta, y viendo que me he quedado sin trabajo, no podría permitírmelo -bufa Chanyeol-. No digo que no me haga falta, pero hasta que no encuentre un trabajo, o me presentas tú alguna tía o nada.

- Que te has creído tú eso, si conociera a una tía, me la quedaba para mí -le responde Jongdae muy serio. Chanyeol no puede evitar golpearlo en el brazo, aunque sabe que él haría lo mismo.

Esa misma noche, ya en su cama y a oscuras, Chanyeol no paraba de darle vueltas a la cabeza. La verdad es que hacía ya bastante tiempo que había dejado a su novia, y aunque cuando quiso no tuvo problemas en encontrar chicas dispuestas a ayudarlo a liberar la tensión acumulada, la cruda realidad era que hacía ya tiempo que la única que lo ayudaba a liberar tensiones era su mano derecha. Quizá Jongdae tuviera razón y salir a conocer chicas fuera la solución a su problema...

De repente, una luz blanca invadió la habitación, sobresaltando a Chanyeol. Acababa de recibir un mensaje en su móvil. Maldiciendo y a duras penas, se incorporó para alcanzar el aparato que descansaba en su mesita de noche. Era un mensaje de su casero que, con muy poca delicadeza, le recordaba que aún no había pagado el alquiler del piso y que le quedaban dos semanas para hacerlo. Chanyeol dejó escapar un sonido gutural y se dejó caer en la cama, derrotado. Tenía que dejarse de tonterías, lo principal era encontrar un trabajo nuevo.

Beautiful (Chanbaek/Baekyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora