Parte 35: Inocencia cautivadora.

1.6K 118 9
                                    

NOTA: Hola a todos, les habla la escritora. Quisiera pedirles, por favor, que voten en cada capítulo si es que están leyendo la historia, para saber si les gusta y si les va a seguir gustando. Me ayudarían mucho y a la historia también, así que no se olviden de dejar su voto y, si desean, su comentario. No a los lectores fantasmas :( 

***

Narra Angela:

―Hola―digo de la misma forma. Paso a mi habitación mientras cierro la puerta detrás de mí, empezando a acercarme a él―. ¿Estás bien?

Se encoge de hombros bajando la mirada. Oh, ¿Qué pasó? Me acerco todavía más e instantáneamente me clava la mirada. Yo solo lo contemplo a esos bonitos ojos verdes azulados, que ahora se encuentran brillantes por alguna razón que quiero descubrir.

―¿Ha pasado algo?

―No...―contesta negando con la cabeza.

―¿Entonces?

―Te he extrañado, eso es todo.

Me abraza repentinamente fuerte, y pone su nariz en mi cabello. Logro sentir sus labios acariciando mi cabeza; mientras que a la vez su abrazo se hace más intenso. Es una sensación extraña, como si por un momento estuviera buscando consuelo en mí. Nunca antes lo había hecho, pero... ¿por qué ahora? Apoyo mi cabeza en su pecho, logrando oír el sonido de su alocado corazón. Su camisa azul se siente como seda en mi mejilla, tanto que por poco me quita la respiración, pero se siente realmente bien.

―¿Seguro que te sientes bien?―murmuro ahogada en su delicioso perfume.

―Ahora sí―susurra en voz dulce.

Lentamente me aleja de él y me planta un beso en los labios; un beso dulce, tierno, suave... sin embargo, desesperado a la vez. Me sujeto de sus brazos fuertemente y él de mi rostro. Dejo de respirar y, sin darme cuenta, ya estoy en otro lugar del universo, con él. Se separa teniendo aún los ojos cerrados.

―No quiero perderte―pronuncia en voz baja, hasta dolorosa; como si le costara decirlo―. Sé que nos conocemos hace... ¿cuatro años quizá?

Asiento y él prosigue. Esboza una media sonrisa.

―¿Y en todo este tiempo he sido tan tonto como para no darme cuenta de la chica que tenía en frente?―sonrío―. ¿Te he dicho que me encanta cuando haces eso con tu nariz cada que sonríes?

Niego con la cabeza, como una niña.

―Pues bueno, siempre hay una primera vez. Verte así, con tus grandes lentes, con tu sonrisa tímida, cada que te ruborizabas... cada que me mirabas enojadísima o cuando te cruzas de brazos―ríe―Vaya que eres bella.

Mis mejillas tornan un color cálido, gracias a sus repentinos halagos. Solo bajo la cabeza para no verlo más.

―Oh no, no hagas eso. Mírame―coloca dos dedos en mi barbilla, levantándola.―Tu inocencia es realmente cautivadora, Angela.

―Gracias.―respondo con una sonrisa de esfinge.

―Vaya, vaya, señorita Woodhouse. Está aceptando un cumplido, felicitaciones―habla burlón, provocando que se me escape una pequeña risa debido a su ridiculez tan tierna. El ambiente cambia, cuando me toma de ambos codos de repente―. ¿Confías en mí verdad?

Frunzo el ceño. No lo comprendo.

―¿Por qué la pregunta?

Se queda callado como una estatua; sé que no debí preguntar.

―Sólo responde, por favor.

Narra Ethan:

Mi corazón late fuertemente. Se queda pensativa, confundida. Espero nunca tener que contarle por qué es que estoy haciendo esto.

Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora